Además del nombre y que había fundado las Misiones de California, nada sabía de este fraile franciscano. Su canonización por el papa Francisco me ha descubierto su talla de gran Misionero.
Ya antes de partir, en su Mallorca natal, tuvo fama de profesor y predicador. En 1750, marchó a las Misiones americanas. Tenía 36 años. Desde su primer destino, Vera Cruz, partió para la ciudad de Méjico para poner su trabajo ante la Virgen guadalupana. Cuando los jesuitas fueron expulsados de la Baja California, los franciscanos se encargaron de las mismas. Allí acudió fray Junípero. Al poco tiempo, marchó a la Alta California con la ayuda de una expedición militar. En vez del trasporte por barco, hizo el viaje a pie y en mula, aunque padecía asma y tenía una pierna ulcerada.
Siempre confiado en la Virgen le ayudaría en su misión. Se llevó una imagen de la Virgen de Belén que tenía su misma estatura, 1,57. Tuvo un lugar de honor en su primera misión, San diego de Alcalá. También en Monterrey que fue la segunda.
No faltaron peligros en estas misiones. La misión de San Diego fue atacada y quemada por los indios. El p. Luis Jaime, que estaba al frente de la misma, intentó salvarla; imposible. Fue el primer mártir de California. Su cuerpo fue acribillado con dieciocho flechas y su rostro molido con palos y piedras. Al recibir la noticia, fray Junípero exclamó;