Lerma,19 de septiembre
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
ÁRBOLES EN EL INVERNADERO
Desde hacía un tiempo, Joane estaba diciendo que necesitaba ayuda con el invernadero porque se estaban colando árboles dentro.
Cuando montamos el invernadero, descubrimos un lugar perfecto. Lo único que había un árbol que teníamos que cortar, porque daría sombra y no crecería nada dentro. Total que, motosierra en mano, corté el árbol. No me planteé sacarlo de raíz, dejé un tocón como de 10 cm de alto. Todo perfecto, limpio el terreno, aparentemente quedaba estupendo, pero mi duda fue: "Si no lo saco de raíz, ¿me dará problemas?" Y pensé: "Lo veremos".
No te puedes imaginar cuando ayer llegué al invernadero... Del tocón que se quedó habían vuelto a salir de forma salvaje un montón de ramas, las raíces se habían extendido dando lugar a nuevos arbolitos, que eran los que salían por dentro del invernadero. Total, que entre todas nos pusimos arrancarlos. Sinceramente, no tenían casi raíces y, con tijeras grandes de podar, incluso quitamos todo lo que había salido del tocón.
En un momento dado me senté en el suelo y me di cuenta de cómo nuestra vida es esto. Muchas veces no enfrentamos los problemas, sino que les cortamos un poco porque creemos que así vale, y no es cierto, al poco tiempo vuelven con más fuerza.
Todo lo que no saquemos de raíz, volverá a reproducirse. Pero yo utilicé la motosierra en parte porque no podía sacarlo de raíz. Y a ti, en tu vida, te pasa lo mismo. Seguro que tienes algo en tu corazón que, por más que lo cortas, vuelve a brotar: una persona que no puedes amar, o que no puedes perdonar. Te esfuerzas en perdonarla, y podas y poda, pero nuevamente salta en ti el rencor, o, si no, la tristeza ante la resignación.
Creemos que tenemos que vivir con ello. Pero no. Yo te digo que hay alguien que sacará de raíz de tu corazón aquello con lo que tú no puedes. Para un momento y eleva una oración a Cristo, ábrele tu corazón y pídele que cure esa herida con la que anoche te acostaste y que no quieres tener ni vivir de ella.
Hoy el reto del amor es no dejar crecer ese árbol que ayer apareció en tu corazón. No tengas miedo de sacarle de raíz, busca la persona con la que ayer tuviste un encontronazo y pídele perdón. Verás cómo la libertad entra en ti, y con ella, el amor. Hoy acércate a la persona que ayer más te costó. Y sentirás cómo Cristo arranca de raíz todo el árbol.
Que tengas un feliz día.
VIVE DE CRISTO
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