Lerma,18 de septiembre
Hola, buenos días, hoy Celia nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
HERMANAS MAYORES
Desde que he entrado al convento, estoy con una paz y tranquilidad que ni yo me lo creo. Llevo unos días vividos geniales con mis nuevas hermanas. Hablando de ellas… todos estos días han estado pendientes de si estaba bien, de si me faltaba algo…
El primer día llegué muy cansada y ya había dejado todo tirado por la cama, llegó el momento de irse a dormir y tenía la cama vacía, preparada para meterme. Empezó el fresquito y me dieron capas: mantas, todo tipo de jerseys y forros. Estaba escribiendo en una postura incómoda en el suelo y, en un momento, me trajeron una mesita. No tenía MP3 para escucha música y, al segundo siguiente, me dieron uno. Y así podría seguir mucho más.
En mi familia, como soy la mayor, era yo la que estaba pendiente de estas cosas, y ahora el Señor me ha regalado ser la pequeña de todas. Me está enseñando a dejarme cuidar y querer a través de ellas. Por eso, no me preocupo de nada, sé que voy a tener a mis hermanas dispuestas a ayudarme en lo que sea.
Hoy el reto es que des gracias a Dios por esos hermanos mayores que nos cuidan, que a veces no son de carne, sino en la fe.
VIVE DE CRISTO
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