Lerma,15 de agosto
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
LA ODISEA DEL RIEGO
La alarma de mi reloj pitó: faltaba un minuto para que empezaran a tocar a Vísperas. Aún estábamos con la bata de trabajo, en chandal... y con el riego encendido. Salté como un resorte: salí a la huerta, enganché la bici y me lancé a cerrar las bocas de riego.
Cuando llegaba a la primera, escuché que algo chirriaba a mi espalda. No era el riego, no era la bici... "¡Ni idea!", pensé mientras seguía.
Las campanas sonaron cuando estaba en el otro extremo de la huerta. Me quedaban 5 minutos para llegar tarde. Pedaleando con tanta fuerza como para ganar el Tour de Francia, volví al Novi. Aparqué de malas maneras la bici y... me tragué la puerta.
Bueno, en realidad, la empujé mientras entraba corriendo, con el percance de que ésta no se movió ni un milímetro. ¡¡Estaba cerrada!!
A esas horas, no hay ninguna puerta abierta en todo el convento. Si las del Novi no me abrían, ¡no podría entrar por otro sitio!
Aporreé la puerta, grité... De pronto, se me encendió la bombilla. Salí de la entradilla y... ¡sí! La ventana de la galería (un piso más arriba) estaba abierta.
-¡¡¡Chicaaaaas!!! ¡Que estoy aquí! ¡Por favor! ¡¡¡Abridmeeeee!!!
Risas nerviosas. Pasos rápidos bajando por la escalera. De nuevo el chirrido (el pestillo al moverse). Puerta abierta. Gran sonrisa de Israel.
-Perdona, pensábamos que ya habías subido...
Esto si que fue un rescate... ¡por pedir ayuda a lo alto! Ahora, en la oración, veo que lo que me ha ocurrido es una parábola de lo que ocurre muy a menudo. Porque... ¿cuántas veces, al acercarte a alguien, te encuentras ante una puerta cerrada?
Jesucristo es el único capaz de tocar el corazón de una persona. Él ha formado tu corazón, te conoce, te comprende y, (lo mejor de todo)... te ama. Ha dado su vida, ha resucitado por ti. Gracias a la resurrección de Cristo, los cristianos no creemos en los callejones sin salida, no creemos en las puertas atrancadas. Creemos en la Vida; Cristo siempre abre un camino. ¡Sólo hay que pedírselo!
Hoy el reto del amor es pedir ayuda a lo alto. Y es que hoy tenemos una gran ventana abierta: ¡la que nos abre la Virgen! Hoy, día de su Asunción, celebramos que ella intercede por nosotros, que ella, como madre amorosa, deja todas las ventanas del Cielo abiertas. Dale las gracias por todo lo que te cuida y... ¡aprovecha esa ventana abierta! Te invito a que, en tu oración, le pidas a Cristo que te muestre quién a tu alrededor es para ti en este momento una "puerta cerrada". Ora por él o ella y, de la mano del Señor y su Madre, busca un pequeño gesto o detalle para acercarte a su corazón. ¡Deja que Él te guíe! Y, si alguien se acerca hoy a ti, ¡recíbele con tu puerta abierta! Que hoy todos disfruten de tu acogida, de tu cariño. ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
www.dominicaslerma.es
Pd: ¡¡Felicidades a todas las Asunciones, Mª Asun, Achu... y a todos los que cumplan años en un día tan bonito: ¡Felicidades, mamá!!! 😉
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.