Lerma,3 de agosto
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
ALERTA: ALTO NIVEL DE CONTAGIO
En el refectorio (el comedor), mientras todas las monjas se sientan a comer, dos hermanas se encargan de ir por las mesas llevando las bandejas con la comida. Este oficio de "servidoras" va rotando: cada día les toca a dos. El Noviciado también está incluido en la lista, por lo que, una vez a la semana, nos toca pasar las bandejas de sitio en sitio.
Lety siempre nos dice que, mientras estamos realizando este oficio, tenemos que orar por la hermana que tengamos delante en cada momento: ¡con Cristo, puedes expresar amor hasta sirviendo el café! Pero, claro, como llegues con mucho hambre, la cosa se pone realmente complicada...
El otro día, llegamos al refectorio para el desayuno. Esa mañana le tocaba servir a sor Matilde, una de las monjas veteranas de la Comunidad.
Cuando puso la bandeja delante de mí, alcé la cara para darle las gracias con una sonrisa, pero me topé con la suya: una sonrisa enorme, de oreja a oreja, alegre, abierta, radiante... ¡contagiosa! Era una sonrisa tan divertida, que, en un segundo, mi sonrisa "simplemente-amable" se transformó en otra tan grande como la suya.
Inmediatamente, sentí que aquello era un regalo del Señor para empezar el día. Cristo me hizo experimentar toda la alegría que se puede contagiar con una sonrisa. En un instante, me hizo descubrir el enorme poder que puede esconder un rostro alegre.
Seguro que ya sabes dónde está el foco de inicio de esta "infección contagiosa"... ¡es Jesucristo! Él sonríe en el mismo momento en que abres los ojos, sonríe cada vez que vuelves tu mirada hacia Él... y se desvive por dibujar esa misma sonrisa en tu rostro, llenando tu día de detalles de amor.
Hoy el reto del amor es sonreír, pero con con una sonrisa especial... ¡Hoy déjate contagiar! Te invito a que, en tu oración, cierres un momento los ojos... siente la inmensa sonrisa de Cristo al mirarte: ¡Él goza contigo! Pídele unos ojos nuevos para poder ver todos los regalos que pone en tu camino, contágiate de la alegría de su Amor... ¡y sal a contagiar sonrisas a todos los que tengas al lado! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
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