La revista Robb Report no está entre mis lecturas habituales, pero el otro día, le eché un vistazo a un ejemplar expuesto en la sala de espera de un aeropuerto. Iba pasando páginas cuando, de repente, mi vista se detuvo ante la mirada sugerente de dos hombres barbudos que responden a los nombres de Bruno Mezcua e Íñigo Zurita. Bajo sus nombres aparece la siguiente leyenda: "Fundadores de Omneo Group".
Sigo leyendo, y lo que leo me parece tan revelador de nuestro tiempo que uno casi no tiene ninguna palabra más que añadir. Reproduzco el texto:
"Estos dos hombres han logrado superar los tabúes que rodean a la muerte con Omneo, la primera gran innovación en el sector funerario en décadas, muy en la línea con la era tecnológica en la que vivimos. Su propuesta consiste en la solidificación de las cenizas del fallecido para convertirlas en una pieza de cuidado diseño que toma la forma de un prisma de tacto suave y delicado, que se presenta recostado sobre un estuche protector cuyas líneas transmiten la misma sensación de pureza. Su objetivo es dar una respuesta más digna a la muerte de sus seres queridos".
Sublime. Brutal. Tremendo.
Desconozco quien ha redactado la nota, pero ¿es consciente de lo que ha hecho?
¿De verdad cree que con un prisma se superan los tabúes que rodean la muerte? Con lo fácil que era y nosotros aquí, atrapados por los tabúes...
¿Qué tiene que ver la figurita, estilo fetiche, con la supuesta era tecnológica en que vivimos?
¿Por qué seguimos muriendo en esta era tecnológica y posthumana? ¡Qué fastidio!
Por fortuna la pieza (que en realidad es el abuelo, o la tía, o quien sea...) es de cuidado diseño. El diseño ante todo. ¿Qué ocurriría si la pieza tuviera un diseño poco armónico? ¿Y si fuera, directamente, hortera?
El tacto, qué maravilla, es suave y delicado. Por fin. Es posible que el difunto fuera áspero y basto. La pieza no. La pieza es el triunfo final y póstumo de la urbanidad.
El estuche protector... porque, ¡qué tragedia si la pieza se nos cae y rompe! ¡El muerto hecho añicos! ¿Será lo suficiente segura? ¿Estará a prueba de nietecitos traviesos y gatos inadvertidos?
Las líneas del estuche, que transmiten sensación de pureza. ¿Sabrán lo que es la pureza? Poco importa si al menos nos ofrecen sensación de la misma. ¿Se dan cuenta que esa sensación no es más que una estafa? ¿Llamas pureza a cenizas contrachapadas?
Una respuesta digna a la muerte. Estamos en plenas rebajas. ¿Sabrán lo que significa dignidad? No. No es digno. Es grotesco. ¿Cuál será la próxima "gran innovación del sector? ¿Superaremos los sosos y monótonos prismas por figuritas de Lladró? ¿Por reproducciones en 3D del finado, integralmente jibarizado?
Permanece la realidad de la muerte. Definitiva. Misteriosa. A la que un mundo materialista es incapaz de dar respuesta; ni siquiera una mala respuesta.