En muchas circunstancias de nuestra vida nos vemos obligados a decidir entre dos males, entre varias opciones de las que ninguna es buena. Cualquier respuesta que podamos dar, siguiendo lo que nos preguntan, será inadecuada o mal interpretada. Cuando ocurre esto, es que el diablo anda cerca y tenemos que tener cuidado.
El Señor da a conocer aquí que debemos ser circunspectos cuando respondamos a herejes o judíos, como había dicho ya por medio de San Mateo: "Sed prudentes como las serpientes" (San Ambrosio de Milán, tomado de la Catena Aurea).
Cualquier respuesta que hubiera dado el Papa, era mala. De hecho podemos ver como se le critica por lo que hizo o por lo que dejó de hacer. Si sonrió, porque sonrió en una foto del momento. Si aceptó el regalo, unos indican que es un maravilloso Papa comunista y otros que es un desastroso Papa de izquierdas. Si no hubiera aceptado el regalo, habría sucedido lo contrario.
Como siempre pasa, el dilema termina llegando a nosotros mismos. Unos y otros nos preguntan qué nos ha parecido y qué pensamos de ello. A nosotros también nos preguntan para etiquetarnos según la ideología de cada cual. Bueno, hace unos meses escribí un post sobre lo que se esconde detrás de este tipo de problemas donde nunca podremos hacer algo bueno: Antes que pelear o tolerar, hay que dialogar.
Cuando nos plantean estos problemas, hay que tener claro que no tienen solución dentro del ámbito que han sido planteados. Cristo sabía que dijera sí o no a los impuestos, sus respuestas serían equivocadas. La respuesta está siempre en otro plano o ámbito diferente. En ese plano es donde sí podemos encontrar una respuesta que sea buena.
¿Tenía que aceptar el Papa el regalo de Evo Morales? Sin duda su obligación como invitado requería una respuesta que no rechazara el regalo, pero que también fuese un tirón de orejas al presidente de Bolivia. Cristo no rechazó la pregunta de los sacerdotes y escribas, aunque era más que evidente la malicia que llevaba dentro. Cristo la aceptó y planteó una respuesta que demostrara la malicia y el sinsentido de la pregunta.
No sabemos con certeza qué le dijo el Papa al Presidente, pero sin duda merece que en cualquier ocasión propicia se saque el tema para sanar la situación. Humildemente se me ocurren unas cuantas cosas que se podrían decir:
- Señalar que acepta el regalo por venir de un representante del digno pueblo boliviano, pero reconociendo que es un regalo que causa dolor y sufrimiento.
- Señalar que el cambio del soporte de la Cruz por la hoz y el martillo, sin duda tiene un mensaje que es necesario interpretar de forma positiva y enriquecedora para todos.
- La Cruz tiene siempre dos significados, unidos y opuestos. Es, al mismo tiempo, un arma de desesperación y una herramienta de salvación. Dios fue capaz de transformar la cruz romana, pensada para crear dolor y desprecio, en el instrumento más maravilloso del universo.
- Las ideologías son cruces que martirizan al ser humano intentando convertirlo en esclavo de estas ideas y de quienes las utilizan en su provecho. Dios es capaz de sacar bien de donde el mal ha dejado sin esperanzas a muchos pueblos. Sin duda Cristo es crucificado sobre una hoz y un martillo en todos aquellos que sufren y mueren a causa del comunismo. Pero la desesperación encuentra redención en la Cruz.
- Milagro. El dolor se transforma en esperanza. En los países que antes fueron comunistas, nacen comunidades cristianas fuertes y sólidas, capaces de hacer frente al futuro con alegría.
- El pueblo boliviana espera y sabe, que Cristo deja todos los días atrás la hoz y el martillo, para resucitar y traer la esperanza a todos los rincones de Bolivia.
- Esperemos y recemos como los apóstoles durante los tres días de dolor y espera, antes de la resurrección. Cuando Cristo se levanta, derriba las ideologías y libera realmente quienes han puesto su fe y esperanza en Él.