El cuarto post de este blog, escrito exactamente el día 13 de noviembre, trataba del
arranque de JMJ 2011. Días antes se comenzaban los preparativos para la organización, se ponían los cimientos para que la
JMJ 2011 sea la mejor Jornada Mundial de la Juventud, no por ser la más fascinante, que todas lo han sido, sino por ser la próxima que vamos a vivir. Hoy, casi cinco meses después, después de ver cómo esta mañana
Benedicto XVI ha presidido
la entrega de la cruz y el icono de la Virgen María a Madrid, podemos decir que ya estamos ahí, con
2011 a la vuelta de la esquina. La base sobre la que descansa
JMJ 2011 no puede ser mejor: la oración. Sin nuestra oración nunca saldría bien nada; nos convertiríamos en activistas, que terminan creyendo que ellos lo hacen todo y no tienen en cuenta a Cristo. Jesús, antes de cada actividad, se retiraba a orar. No empezaba nada sin orar, sin pedir al Señor su ayuda. Y así me consta que empieza la preparación de la JMJ de Madrid. Recuerdo que, cuando escribí el post de noviembre, los medios empezaban a meter caña con motivo del acontecimiento. ¡Qué bien! Pensé yo; eso es que se está haciendo bien. Y continúo opinando lo mismo, que el Señor nos va a apoyar al máximo en esta organización. Y alguien pensará “habla de nos”, y así es, porque es mi
JMJ; es la que voy a vivir, ya que hasta ahora no he podido vivirlas más que desde la distancia. Llevo tiempo rezando para que el Señor esté en el centro de Madrid, para organizar la
JMJ que Él quiere. Ya hay medios poniéndonos a parir, pero la verdad es que no me preocupa en absoluto. El Señor está con nosotros, y esta semana más todavía. Esta
JMJ es una excelente ocasión para reafirmarnos en la fe en Cristo. El lema propuesto, “
Enraizados y edificados en Cristo, apoyados en la fe (Col 2,7)”, no puede ser mejor para mí, para mi testimonio de fe. Nos deseo que digamos al mundo que Cristo es lo mejor, que padeció y murió por mí, y que va a hacerlo nuevamente esta semana, para resucitar y estar a mi lado siempre.
Eduardo Palanca