Lerma, 24 de mayo
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¿FÚTBOL SALA?
El otro día salimos a dar una vuelta por la huerta y decidimos llevarnos el balón de fútbol para jugar un rato. Cuando ya estábamos de vuelta pasamos por el claustro y, entre bromas y risas, empezamos a pasarnos la bola de lado a lado del claustro. Lety nos dijo:
-No hay problema, total, como con esto de las obras tienen que quitar los cristales, no pasa nada si se rompe alguno.
Pero en una de ésas, Lety hizo un lanzamiento por lo alto, todas vimos cómo el balón pasaba por encima de nuestras cabezas y... ¡chrashsss! Cristal roto. Hay mas de cien cristales en el claustro, y justo fue a dar en uno de los cinco cristales que no iban a quitar en las obras.
Entonces entendí eso que siempre he oído de que el Espíritu es como un rayo que te atraviesa y te transforma totalmente. Sí, no imaginas cómo se le transfiguró la cara a Lety... No nos lo podíamos creer.
Fuimos a la priora a contárselo, y ella nos acogió con un cariño que nos transmitió paz y nos acabamos riendo juntas. Y es que el fruto del Espíritu Santo es el Amor; Él te acerca con confianza a los hermanos.
Puede que pienses que hay muchas cosas dentro de ti que tienes que perfeccionar, cosas que tienes que cambiar; sin embargo, hoy el Señor nos indica que sólo hay una única cosa necesaria, y es que dejes entrar al Espíritu Santo, que será quien transforme tu vida y quien te rodée de hermanos.
Hoy el reto del Amor es que te dejes atravesar por el Espíritu Santo.
P.D.: El final feliz no quedó ahí, sino que aquello nos lanzó a montar, por fin, las porterías de fútbol para poder jugar en su lugar.
VIVE DE CRISTO
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