‘Mirad, la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa. Porque el Hijo del hombre se marcha según está determinado. Pero ¡ay de aquel por quien es entregado! Entonces se pusieron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer aquello’.
(Lucas 22:21-23)
JUDAS ISCARIOTE
Judas Iscariote, uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret, nació en Keriot, lugar situado en los alrededores de Hebrón, y murió en Jerusalén. Era el único de los apóstoles que no era de Galilea. El término ‘Iscariote’ en hebreo significa ‘el hombre de Keriot’. Judas Iscariote siguió a Jesús durante su predicación por Judea y Galilea y, según los Evangelios canónicos, fue el apóstol traidor que reveló a los miembros del Sanedrín el lugar en donde podrían capturar a su Maestro sin que sus seguidores interfiriesen (Mateo 26:14-75).
En los Evangelios no hay mención alguna sobre su llamado ni cuándo ni cómo se unió a los apóstoles, pero el Evangelio de Juan detalla un antecedente importante de la felonía de Judas Iscariote, ya que él era el tesorero y, según dicho Evangelio, Judas se apropiaba del dinero destinado a los pobres: ‘Dice Judas Iscariote, uno de los discípulos, el que le habría de entregar: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres? Pero no decía esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella’ (Juan 12:4-6).
LA TRAICION DE JUDAS
Según todos los Evangelios canónicos Judas guió a los guardias que arrestaron a Jesús, y entonces Judas besó en la mejilla a Jesús indicando así a los guardias que Él era al que buscaban. Por su traición fue recompensado con treinta denarios de plata, pero al poco tiempo Judas se arrepintió de su acto y arrojó las monedas en el suelo del Templo, debido a que los sacerdotes que se las habían dado no las aceptaron de regreso. Luego, y también de acuerdo a los Evangelios, dándose cuenta Judas de la magnitud de su traición, se suicidó ahorcándose en un árbol (Mateo 27:5).
Pero hay otra versión en la Biblia donde dice que Judas, con el dinero que había recibido gracias a su traición, compró un campo y, supuestamente desde un terreno elevado junto a dicho campo, cayó en él de cabeza, su cuerpo reventó y se derramaron todas sus entrañas. Esto, según el relato bíblico, fue conocido por todos los habitantes de Jerusalén, de forma que aquel campo se llamó en su lengua ‘Haqueldamá’. Es decir, ‘campo de sangre’ (Hechos 1:1819).
Con el fin de conciliar ambos textos bíblicos, se ha sugerido que cuando Judas Iscariote se colgó de un árbol la cuerda se rompió, de manera que su cuerpo cayó al vacío y reventó al golpear contra el suelo. Sin embargo, para que esto fuera posible, Judas tendría que haberse colgado de los pies, no de la cabeza.
LAS RAZONES DE SU TRAICION
La decisión de Judas suscita varias hipótesis. Unos dicen que fue por la avidez por el dinero, pero otros ofrecen una explicación de carácter mesiánico: Judas habría quedado decepcionado al ver que Jesús no hacía nada por liberar a su propio país de la dominación romana. Según esta teoría, Judas creyó que el arresto de Jesús le forzaría a defenderse y encabezar una rebelión armada con el fin de liberar a su pueblo. Entonces, al ver que Jesús se entregaba mansamente, Judas se desesperó.
En todo caso, la traición de Judas Iscariote sigue siendo un misterio. Jesús trató siempre a Judas como un amigo (Mateo 26:50), pero en sus invitaciones a seguirle por el camino de las bienaventuranzas no forzaba su voluntad ni le impedía caer en las tentaciones de Satanás, respetando con ello la libertad humana.
UN INTENTO DE REIVINDICACION
En abril del año 2006 se realizó la traducción del ‘Evangelio de Judas’, un texto gnóstico datado en el siglo II d.C. Según este texto, el propio Jesucristo pidió a Judas Iscariote que le traicionara para que así pudiera cumplirse la voluntad de Dios en cuanto a su Pasión y muerte, y Judas cumplió la orden como supremo acto de obediencia al mandato divino.
En el año 2007 el autor C.K. Stead, siguiendo en Evangelio de Judas, publicó ‘Mi nombre es Judas’, una novela en la que Judas, siendo ya octogenario, narra su amistad con Jesús desde su infancia hasta la muerte de Cristo.
CONCLUSION
El Papa Benedicto XVI en el transcurso de una catequesis durante una audiencia general el 18 de octubre del 2006 dijo, entre otras cosas, con respecto a este tema:
‘Recordemos dos cosas. La primera: Jesús respeta nuestra libertad. La segunda: Jesús espera que tengamos la disponibilidad para arrepentirnos y convertirnos; es rico en misericordia y en perdón. De hecho, cuando pensamos en el papel negativo que desempeñó Judas, tenemos que enmarcarlo en la manera superior con que Dios dispuso los acontecimientos.
Su traición llevó a la muerte a Jesús, quien transformó este inmenso suplicio en un espacio de amor salvífico y en la entrega de sí mismo al Padre. El verbo ‘traicionar’ es la versión griega que significa ‘entregar’. A veces su sujeto es el propio Dios en persona: Él mismo, por amor, entregó a Jesús por todos nosotros. En su misterioso proyecto de salvación, Dios asume el gesto injustificable de Judas como motivo de entrega total del Hijo para la salvación del mundo.
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‘Es un error pensar que el gran privilegio de vivir en compañía de Jesús es suficiente para que una persona sea santa. Hace falta responder a la gracia. A nosotros no nos corresponde juzgar su gesto poniéndonos en lugar de Dios, quien es infinitamente misericordioso y justo’.
Papa Emérito Benedicto XVI
BIBLIOGRAFIA
National Geographic, The Gospel of Judas: The National Geographic translation of The Gospel of Judas, publicados el 9 de abril de 2006
Foyer de Caridad N.S. del Carmen Tomé, Colección «Honor de Dios» tomo 40: "Judas Iscariote o el dolor de Dios".
María Valtorta: El Evangelio tal como me ha sido revelado.
Francisco Vicente Calle, Judas Iscariote: vida, leyendas,