PRIMERA PARTE
Tienen unos trece años. Eran frecuentes sus ausencias en el colegio y solían hacer algunas fechorías.
¿Sabes lo que ha hecho un chaval como nosotros? Pues nada, que se ha cargado a un profesor.
¿Que lo ha matado?
Si, con una ballesta que traía en su bolsa.
¿Por qué?
Porque le ha parecido.
¡Pobre chaval. Ahora lo meterán en la cárcel para toda la vida.
¡Qué va!. Tiene trece años y no lo pueden juzgar ni encarcelar por ser menor de edad.
¡Anda!, pues nosotros tenemos más o menos la misma edad y hagamos lo que hagamos, tampoco nos pueden meter en la cárcel.
¿Sabes lo que podríamos hacer? Se me ocurre una idea. ¿Recuerdas a esa niña con la que nos queríamos acostar y no hubo manera? Pues como vive lejos del colegio, un día vamos a por ella mientras se va a su casa, y ya está.
Otra cosa. ¿Sabes, el profesor ese que nos tiene manía porque faltamos a clase y se lo dice a nuestros padres? Nos lo cargamos y en paz. No nos van a juzgar porque somos menores. Y van a tener cuidado con nosotros. Seremos el terror de los colegios.
SEGUNDA PARTE
Nuestros políticos van muy ocupados con eso de las elecciones. Se están zumbando unos a otros de malas maneras. Unos admitiendo el aborto como un derecho, otros con que si las catedrales son propiedad de la Iglesia o del Estado, otros con que si ganan van a romper el Concordato con la Santa Sede, otros con que van a suprimir las clases de religión en todos los centros de enseñanza, sin tener en cuenta que la Constitución dice:
Artículo 27 Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.
1. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.
2. Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
No sé cómo esos políticos se atreven a proponer en sus programas, en tiempo de elecciones o fuera de dicho tiempo, proyectos en oposición frontal con la Constitución.
Más bien debieran preocuparse de cómo educar en valores de modo que se fueran superando actitudes de rebeldía ante sus padres y profesores, de manera que se da la sensación de que son ellos quienes se imponen en muchas familias y colegios. Y, en vez de esas actitudes claras en contra de la Iglesia ¿no sería más positivo apoyarse en la moral del Evangelio que es la moral más perfecta para vivir y respetarse en todos los derechos del hombre por ser hombre?
¿No sería mejor ahora en que van a reunirse los europeos para solucionar el problema de la emigración a través del Mediterráneo que en vez de ver cómo se evitan los accidentes en las emigraciones, ver cómo se busca el bien común de aquellos pueblos que fueron expoliados por los occidentales de sus materias primas y que ahora en vez de ayudarles, lo que les vende son armas y se van destruyendo unos a otros?
He intentado sólo hacer una reflexión en voz alta. Quiera Dios que sirva para algo.
José Gea