Qué miedo tiene este Gobierno de que la Iglesia hable publicamente. ¿No estamos en un Estado de Derecho? Pues la Iglesia tiene tanto derecho de decir lo que quiera publicamente como cualquier otro organismo o entidad, y el que no crea, que no la escuche, así de fácil. La Iglesia tiene que opinar públicamente porque presta unos servicios sociales públicos que si los tuviera que sostener el Estado, no podría. Este Gobierno se las da de progresista y resulta que sus argumentos son arcaicos, retrógados y discriminatorios. El argumento fácil, como siempre, es atacar a la Iglesia Católica. Pero la realidad es que en ningún momento han hablado de las ayudas publicas que van a proponer para ayudar a la mujer. La sociedad española no quiere un cambio de ley, sino poder vivir en paz. Y para ello, ante un embarazo inesperado, una mujer necesita ser apoyada, escuchada y ayudada, algo que este Gobierno no hace, ni ha hehco, ni tiene pensado hacer. Basta ya de argumentos falaces, manipuladores y engañosos que corrompen la conciencia de la sociedad. Que se dediquen a hacer política social REAL, porque, que no lo olvide nadie, las mujeres no queremos abortar.