Los curas y las monjas no estamos para bailar en Tik Tok. Algunos se enfadan cuando hablo de esto. Me han dicho que cada uno es libre para hacer lo que quiera, que lo que hacen es un modo de evangelizar, que así estoy señalando a mis hermanos… No os engañéis.
Tik Tok es la red social en la que hay más menores. El 28% de los usuarios tienen menos de 18 años. Un 67% de adolescentes entre 13 y 17 años dicen tenerlo. Ya serán más. Con estos datos ya imaginarás que por supuesto es la red social en la que hay más niños.
La edad mínima para entrar a Tik Tok son trece años. En teoría. El verificador de edad es un coladero, basta poner que se tiene una edad y dar a aceptar para acceder. Es como poner a un borracho a pedir el carnet para entrar en un casino, ¿qué pasará? Exacto, entrarán todos.
Si eres profesor, catequista o haces actividades con niños bien sabrás que si preguntas quien tiene Tik Tok muchos te dirán que si. Y si investigas sobre quienes suben vídeos verás que los hay. Muchos de esos son quienes comentan en los vídeos de los curas y monjas bailarines.
Y, ¿qué sucede en las redes sociales donde hay niños? Qué hay depredadores. Hay pedofilos que tratan de contactar con ellos. Y muchos. No son “casos aislados”. No hay que ser ingenuos. Es así.
Los curas y las monjas somos mentores para muchas personas. Nuestra vida es modelo para muchos jóvenes que viven momentos difíciles. Ellos pueden encontrar en nosotros una imagen seria y buena sobre cómo ser adulto en la vida. Somos un referente. Tienden a imitarnos.
¿Qué pasa si los curas y las monjas nos dedicamos a bailar? Que muchos menores empezarán a hacer lo mismo. Si ya lo hacían se sentirán justificados en ello. ¿Y qué harán los pedofilos? Iran a sus cuentas. Esta gente se dedica a recopilar miles de vídeos de menores bailando.
Alguno me dirá… “Es que por qué les dices que no bailen si no lo hacen con mala intención”. “Es que así se muestran más cercanos y muestran a Dios a los jóvenes”. Venga ya. Que el mal que hay detrás de las redes sociales es tremendo. Nosotros no tenemos que fomentar con nuestros comportamientos ese mal. Ni ser buenistas en que no pasa nada y nuestra influencia no tiene consecuencias. Además que no podemos comportarnos como adolescentes. Somos adultos. Nuestro infantilismo hace daño a muchas personas.
Servirse de nuestros hábitos y clerimans para ganar likes es inmoral. Bastante inmoralidad hay ya por aquí como para encima ser colaboradores de ella. Pongamos alma, elevemos las cosas. No hay que hacer las redes más humanas, ya lo son, hay que divinizarlas.
Gracias por leer.