Es cierto. No es fácil encontrarse hoy en día en la NBA con jugadores que se expresen correctamente y piensen antes de hablar. Pero los hay… No es sencillo descubrir magos del baloncesto sin overbooking de tatuajes en sus brazos. Pero los hay... No es común que jugadores hablen de su fe mientras brillan en el parquet. Pero los hay... Sería inconcebible que la gran estrella del momento, el jugador candidato a MVP (Más Valioso) esta temporada aunara todas estas características. Pero lo hace…
Y es que Stephen Curry es una persona muy especial. El base de los Golden State Warriors, reciente ganador del afamado concurso de triples durante las festividades del All-Star Weekend, tiene a su equipo, sorprendentemente, en la cima de la liga, un lugar que hace solo unos meses estaba teóricamente reservado para LeBron “King” James y los Cleveland Cavaliers. Además, los Warriors dan espectáculo allá donde van, disfrutando del mejor promedio anotador de la liga, con una media de casi 110 puntos por partido.
Cuando cuesta encontrar referencias en el mundo del deporte. Cuando vemos atletas celebrando logros individuales y olvidándose de sus compañeros, pidiendo vorazmente contratos millonarios y siendo todo menos ejemplo para los pequeños –y para los no tan pequeños también- que seguimos el deporte, la figura de Curry surge como una bocanada de aire fresco y el mundo se vuelca con su forma de jugar y sus éxitos, algo que sorprende al propio jugador.
“En realidad es inesperado, diría que hasta surrealista”, hablaba con sencillez Curry sobre sus éxitos de esta temporada justo antes del partido All-Star. “Hace dos años era impensable estar donde estamos. Es una gran alegría, no solo por los resultados que estamos obteniendo, sino por saber que te sigue mucha gente alrededor de todo el planeta y eres un modelo para ellos”.
Curiosamente, cuando todos estábamos pendientes de cómo resultaría el draft 2009 de la NBA para el base español Ricky Rubio, otro jugador de la misma posición, Curry, fue elegido también en la primera ronda, pero dos posiciones por detrás. Rubio fue seleccionado con el número cinco en el sorteo por los Minnesota Timberwolves, mientras Curry recaló en los Warriors. Seis años más tarde, los Timberwolves siguen hundidos en la clasificación. Es cierto, el español es un base destacado, pero no ha llegado al estrellato que ostenta Curry, un jugador a quien la empresa Under Armour ha diseñado ya sus propias zapatillas, viendo en la estrella de Golden State al hombre que puede llevar su marca a desbancar de la primera posición de ventas a Nike, cuyo máximo exponente es el ya mencionado “King” James.
Y si su dueño es especial, las zapatillas lo son aún más. Tiempo atrás, Curry escribió en sus bambas la inscripción 4:13, refiriéndose a la carta de San Pablo a los Filipenses: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Por este motivo, la gente de Under Armour se jugó el todo por el todo y decidió poner 4:13 en los cordones de las zapatillas oficiales Curry One.
Está claro. Hace un par de años era impensable encontrarse en el mundo del deporte unas zapatillas con una referencia a un versículo bíblico justo debajo de la marca del fabricante. Pero las hay….