Quiero empezar citando unas frases de Sta. Teresa del Niño Jesús. Después de un retiro, aludiendo al mismo, decía la Santa: “mirad los robles de los bosques, qué apretados están por todos los lados, no reciben la luz más que de lo alto. En la vida religiosa, el alma, como el roble joven, se encuentra apretada por todos los lados por su regla, todos sus movimientos están cohibidos, obstaculizados por los árboles del bosque... Pero ve luz cuando mira al CIELO, sólo allí puede descansar su vista, nunca debe temer subir demasiado de ese lado...”
CONTEMPLATIVA
Le decía a su hermana Celina: “¡Qué dulces eran las conversaciones que manteníamos todas las noches en el mirador! Hundida la mirada en la lejanía, contemplábamos el lento ascender de la luna blanca por detrás de los altos árboles..., los reflejos plateados que derramaba sobre la naturaleza dormida..., las brillantes estrellas que titilaban en el azul profundo..., el soplo ligero de la brisa al anochecer haciendo flotar las nubes de nieve. Todo elevaba nuestras almas al cielo, al hermoso cielo, del que todavía no contemplábamos más que el limpio reverso".
“¡Ah! Sé que por ti los santos hicieron también locuras, realizaron grandes cosas, porque eran águilas... Por el tiempo que quieras, ¡oh, Amado mío!, tu pajarillo permanecerá sin fuerzas y sin alas. Seguirá con los ojos fijos en ti, quiere quedar embelesado por tu mirada divina, quiere convertirse en presa de tu amor... Un día, yo lo espero, vendrás, Águila adorada, a buscar a tu pajarillo; y remontándote con él hasta el Foco del amor, le hundirás por toda la eternidad en el ardiente abismo de ese amor, al cual se ofrece él mismo como víctima.”
CONTEMPLACIÓN Y ACCIÓN
A veces somos muy sensibles a lo que podemos hacer por Dios. Como Pedro y los apóstoles. Hay que dejar que sea Dios quien viva y actúe en nosotros. Hay que pasar de la pura actividad en la que sólo pensamos en dar, a la pasividad en la que nos disponemos a recibir. Vivir con Dios despierta el deseo de verlo.
GOZO DE LA CONTEMPLACIÓN
A Dios lo podemos ver como al sol. O levantando los ojos o mirando a un espejo que lo refleja. Todas las criaturas son reflejo del Señor. Por eso, aquello de bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.
Contemplar no es buscar una verdad sino gozar de la verdad hallada saboreando toda su riqueza y profundidad, (decía Cantalamesa).
SOLEDAD Y SILENCIO
Cierto que cuando uno sale de un monasterio contemplativo nota que allí dentro hay algo que no se ve fuera, un ambiente especial, unos principios básicos que son muy diferentes de los principios por los que se mueve nuestra sociedad. Son reductos de soledad y silencio.
¿Se puede pasar toda la vida viviendo así? Los contemplativos nos están diciendo que sí. Desde luego que no es posible esa vida sin silencio y soledad. ¿Qué pasa cuando dos personas se enamoran? Que están siempre pendientes la una de la otra, quieren estar juntos siempre y no se cansan de estarlo; es la soledad del contemplativo.
Por otra parte, cuando están juntos, si el lugar donde se encuentran es ruidoso, se sienten incómodos; es el silencio lo que desean y lo que buscan para estar centrados el uno en el otro. Todo lo demás estorba.
Resumiendo, toda la vida del contemplativo ha de estar muy centrada en el amor de Jesús. ¿No equivale esto a estar muy centrados en la oración?
José Gea