- Pues profesor, yo creo que la Iglesia está anticuada, que debería adaptarse a los tiempos actuales...
- ¿Te refieres a que las parroquias deberían tener sus páginas web, a que hubiese cadenas de televisión católicas o a que los sacerdotes lleven ipads?
- No, no a eso... si no que se adaptase a cosas que ahora son más comunes y que a lo mejor hace un tiempo no tanto- lo dice como si no se atreviese a hablar claro, así que le “traduzco”
- ¿Te refieres a dar por buenas cosas como los anticonceptivos, el divorcio, las relaciones sexuales prematrimoniales, el aborto o los matrimonios de personas del mismo sexo?
- Sí... sí, eso mismo
Supongo que mi alumno no tiene un mayor interés en este tema, que lo que hace es repetir un cliché que a base de machacarlo tiene cierto calado entre buen parte de la sociedad. Para deshacer el entuerto recurriré a una táctica que empleo a menudo, devolverle al otro la pelota.
- Voy a hacerte una pregunta ¿Si se pusiese algo de moda que a ti no te gustase nada o que pensases que nada tiene que ver con tu forma de ser y tu personalidad, seguirías esa moda?
- Pues no
- ¿Aunque todos tus amigos lo hiciesen?
- Tampoco, si veo claramente que eso no me va no lo sigo
- ¿Y si todos tus amigos te dijesen que si no sigues esa moda te vas a quedar anticuado o no vas a ser nada moderno?
- Imagino que no me haría gracia, pero tampoco.
- Pues eso mismo pasa con la Iglesia, debe ser fiel a la Revelación de Dios contenida en el Evangelio y en la Tradición. Es posible que a lo largo de la historia su forma de ver y entender la vida coincida con la general de la sociedad y otras en las que no, pero no debe renunciar por ello a su fe.
- Pero en ese caso- interviene otro alumno- habrá mucha gente que se dejará la Iglesia y cada vez serán menos los cristianos.
- Yo creo que será al revés, que cuanto más alto y claro predique la Iglesia su doctrina más atrayente resultará, pero, si no fuese así... ¿qué hacemos entonces, arrancamos las páginas del evangelio o de los escritos de los santos que no estén de moda?- dramatizo a continuación- Queridos fieles, soy el Papa, donde Jesús dice que el hombre se unirá a la mujer añadid que “o a otro hombre si no le van las tías” y donde pone que lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre añadid “a menos que sea juez y vea una causa razonable para conceder el divorcio”- los comentarios provocan la risa en los chavales
- ¿Pero entonces- interviene otro de los chicos- no se está oponiendo la Iglesia al progreso?
- Pues no lo sé... pero por lo que dices parece que entiendes que el progreso es algo positivo
- ¿Y acaso no lo es?
- No siempre, el progreso ha traído cosas buenas en la medicina, la ciencia, el desarrollo social... pero también otras no tan buenas como la explotación y la pobreza de lo que hoy llamamos tercer mundo, la degradación y destrucción de la naturaleza, etc, pero de todas formas si lo entiendes como algo bueno puedes estar tranquilo, la Iglesia siempre ha sido la institución más progresista del mundo- acostumbrados a escuchar lo contrario mi comentario suscita sonrisas maliciosas, así que tengo que demostrarlo con hechos comprobables.
- ¿Y eso?
- El avance del cristianismo superó el orden del imperio romano, que daba derechos a los ciudadanos varones pero reducía a meros objetos de propiedad a mujeres, niños, esclavos o extranjeros. El concepto de la dignidad de la persona como hijo de Dios fue clave en la abolición de la esclavitud. Mientras los nobles y los reyes se dedicaban a cazar y a la guerra, la Iglesia conservaba y estudiaba los escritos de los filósofos y sabios de la antigüedad, gracias a lo cual han llegado hasta hoy.
La Iglesia creó las universidades y desarrolló el método científico.
Los grandes ideales de las revoluciones sociales como la francesa y sus conceptos de libertad, igualdad y fraternidad son una transposición del cristianismo al ámbito social, la fraternidad, esto es, que todos los hombres son hermanos es la consecuencia del concepto cristiano de ser hijos de un mismo padre, Dios.
Mucho antes de que se entendiese que la educación o la salud eran derecho de todos y que fuese asumido por la totalidad de la sociedad, quien recogía a los enfermos sin recursos para curarlos o a los niños de la calle para enseñarlos a leer y escribir era la Iglesia.
Mucho antes de que las ONG´s llegasen al tercer mundo los misioneros de la Iglesia llevaban 2 y 3 siglos allí.
¿Sigo?- parece que la cosa va bien, los chavales quedan meditando la información que les voy dando. Es una reacción lógica cuando te han hecho creer una cosa y descubres mediante hechos constatables que tienen poco o ningún fundamento.
- Ya pero...- objeta uno de los chicos tímidamente- eso era antes, ahora parece que la Iglesia se ha quedado descolgada.
- Bueno, eso es algo que no podremos saber hasta dentro de un siglo, pero seguro que muy pocos de nosotros estará aquí para comprobarlo- risas- aunque yo creo que es posible que siga pasando lo mismo...
- ¿Cómo qué?
- Pues supongo que dentro de 100 años alguien contará que en el siglo XXI se podía matar a un niño en el vientre de su madre antes de que naciese y otro dirá “Pero qué barbaridad, ¿y no había nadie que se opusiese? y el interlocutor dirá “si claro, la Iglesia, como siempre...”- He arrancado a mis alumnos una sonrisa de complacencia, para un profesor es el mejor de los premios