En la marcha participaron el primer ministro británico, David Cameron; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy; el primer ministro italiano, Matteo Renzi; el presidente palestino, Mahmud Abbas; el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu; el primer ministro tunecino, Mehdi Jomaa; representantes de la Liga Árabe y varios líderes musulmanes de África, entre ellos estaba el presidente de Niger, cuyo país tiene una población de más de 15 millones de habitantes es mayoritariamente musulmana. Todos querían creer que los crímenes eran repudiados por las masas musulmanas.
Pero, pero la realidad muestra todo lo contrario. El Presidente de la Autoridad Palestina –Mahmmud Abbas- no sólo no condena la violencia antijudía, sino que la incita y la justifica. Durante el viernes y sábado 16 y 17 de enero de 2015- en las ciudades de Zinder y Niamey, capital de Niger, turbas de musulmanes quemaron veinte iglesias y lugares de culto cristianos y diez cristianos fueron asesinados. También destruyeron numerosos bares, hoteles, tabernas, tiendas pertenecientes a cristianos.
Todo comenzó en el final de la mañana, cuando cuatro millares de jóvenes se reunieron cerca de la mezquita en Niamey. A pesar de la prohibición de las autoridades, que salieron a protestar contra la publicación de caricaturas de Muhammad en el semanario francés Charlie Hebdo. El edificio fue rodeado por decenas de policías antidisturbios que intentaron dispersar a los manifestantes musulmanes con gases lacrimógenos. Estos corearon lemas como "Abajo Francia", "Abajo el tricolor francés" o "Abajo Charlie Hebdo" "Alá akbar" (Alá es el más grande). "Vamos a romper todo. Protegemos nuestro profeta. Lo vamos a defender con riesgo de nuestra propia sangre".
El Islam divide al mundo grosso modo en Dar al Islam, el mundo –hogar, casa- musulmán, donde los musulmanes son mayoría y Dar al Hurb, la casa, hogar o mundo de la guerra, allí donde los musulmanes aún no son mayoría.
Sin las cortapisas y conveniencias de aparentar una cierta tolerancia y decencia moral a la que se ven obligados en Occidente, en Dar al Islam se están produciendo violentas protestas anticristianas por parte de multitudes musulmanas.
Ni una sola manifestación en contra de asesinar en nombre de Alá, de decapitar a cristianos y yazdedíes por el mero hecho de ser cristianos y yazedíes, o de asesinar a sangre fría a niños y maestros judíos en una escuela judía de Tolosa –Francia- ni de asesinar judíos en el Museo Judíos de Bruselas, o en un supermercado casher en París, asesinados por el mero hecho de ser judíos, ni una sola palabra de enojo hacia sus correligionarios musulmanes que esclavizan sexualmente, violan y decapitan niñas, jóvenes y mujeres cristianas.
Nada de todo esto enoja a los fieles más creyentes y devotos más fervientes del Islam. En Dar al Islam no es necesario un mínimo de corrección política, allí se manifiesta lo que realmente pasa por la mente.
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