Ya casi se acaba el año; este fantástico periodo en el que España bate todos los records de secularización, y nos encontramos con que, ¡qué descuido! antes hay que pasar el trámite de la Navidad. Y nos mandan todo tipo de felicitaciones: paisajes nevados, papás noeles, arbolitos... De todo, menos algo que recuerde lo realmente importante: Jesús nace entre nosotros, para redimir MIS PECADOS. Gracias a Él, yo soy lo que soy. Le dieron ayer a mi mujer un calendario, con todo tipo de información: fases lunares, salida y puesta del sol, distancia interplanetaria... Pero no palabra de las fiestas litúrgicas, ni del santoral. Y eso no es cultura laicista, ¿verdad? Es hora de proclamar al mundo por qué estamos aquí, Quién nos guía, Quién es nuestro Ideal. Mi vida es un calendario lleno de días de fiesta, con los Santos que me propone la Iglesia como modelos, para descansar de mi rutina diaria y llegar a Cristo. Si tengo a la Sagrada Familia en mi mesa de trabajo, podré hablar de Cristo al que el Señor me pone al lado. Y si en el móvil tengo una imagen cristiana, me dará pie también a hablar de Cristo. España necesita a Cristo, aunque muchos se hagan los duros para disimular. Y aquí nos ha puesto el Señor, para que proclamemos que Él ha nacido por mí, ha muerto por mí, ha resucitado para salvarme, y está con nosotros, conmigo, SIEMPRE. Eduardo Palanca