Este domingo vamos a votar por las personas que queremos que nos representen en Europa. Como católico ¿qué voy a hacer? Pues la verdad es que no lo tengo muy claro todavía. Hay dos grandes partidos que no me gustan, y varios partidos pequeños que me atraen, pero que nunca consiguen hacer nada. Está el PSOE, partido que busca la constante confrontación con los católicos, sobre todo según el periodo electoral en que nos encontremos. No dejan ningún cabo suelto, por eso tienen a los Bono´s, Vázquez´s y compañía proclamando a los cuatro vientos lo socialistas y católicos que son; bueno, católicos a su manera, claro. Por otro lado está el PP, partido que, a sabiendas de que hay muchos católicos en España a los que sacar el voto, intentan por todos los medios no hacer demasiado ruido, que es la mejor manera de que el católico medio esté contento con ellos, sin perder por ello a los creen que les darán la victoria. ¡Qué equivocados están! Entre el meollo del resto de partidos hay varios que podrían merecer la pena. Un par de ellos suelen quitar votos al PP, y otro intenta convencer al votante de izquierda. Y aquí viene el miedo de los católicos, sobre todo los que congenian con el PP. Su proceso de razonamiento es el siguiente: si hace años, estos partidos casi consiguen que el PP perdiese la presidencia de la CAM, con todo lo que ello conlleva (colegios concertados católicos a tomar por saco, acoso constante a los católicos,….), esto no vuelve a pasar nunca más. ¿Y yo, qué voy a hacer? Pues ahí estoy, pensando lo que es mejor, sin por ello dejar de ser consciente de que, en la casi finiquitada legislatura europea, el PP y el PSOE votaron conjuntamente en más del 70% de las ocasiones. ¿Qué quiere Cristo que haga el domingo? Por supuesto, tendré muy presente lo que la Iglesia nos dice en la "Gaudium et Spes", que ayer nos recordaba Antonio María Rouco Varela, «ningún partido político puede agotar en sí mismo la Doctrina Social de la Iglesia» y que, por tanto, ha de aplicarse a la hora del voto, «la virtud de la prudencia». Eduardo Palanca