Parece que la última visita del Papa a Turquía, acontecida los pasados días 28, 29 y 30 de noviembre tienen la culpa, pero lo cierto es que según ha trascendido a algunos medios turcos, Bartolomé I, Arzobispo de Constantinopla, Nueva Roma y Patriarca Ecuménico, considerado la máxima autoridad de la Iglesia ortodoxa griega, se está reuniendo de manera secreta o discreta con los restantes patriarcas y obispos de las diversas iglesias ortodoxas, y lo que es más importante, con el Patriarca de Moscú, Cirilo I, para informarles de los acuerdos alcanzados con el Papa Francisco, y de que si todo va bien, tan pronto como el próximo 16 de julio, 966 aniversario de la doble y mutua excomunión de Constantinopla que dio inicio al cisma, ambos próceres, Bartolomé y Francisco, realizarán una declaración conjunta, anunciando la reunión de Roma y Constantinopla, la reconciliación de los hermanos de la Iglesia occidental y la Iglesia oriental, la vuelta de católicos y ortodoxos a la comunión espiritual.
Tal es, por lo menos, lo que afirma el diario turco Haberler (pinche aquí para conocer la noticia), principal diario del país otomano, y uno de los que con mayor proximidad y conocimiento sigue la vida de la pequeña comunidad cristiana de Estambul, la antigua Constantinopla, cuyo titular es objeto de comentario hoy por todos los principales diarios del mundo.
Al parecer, la persona sobre la que recaiga el futuro primado de la gran iglesia resultante de la unificación ha provocado menores dificultades de lo que a priori habría cabido esperar, y según indican las fuentes de las que emana la noticia, existiría un acuerdo entre los líderes de ambas iglesias para abdicar en el momento en el que se produjera el deceso del otro, algo a lo que, según reconoce el Patriarca Bartholomeos, habría abierto las puertas la que él mismo califica de “decisión extraordinariamente valiente” de Benedicto XVI en febrero del año pasado, cuando renunció a la silla de San Pedro, un acto que apenas tenía precedentes en la vida de la Iglesia (pinche aquí si desea conocer mejor el tema).
Acto seguido se convocaría un cónclave conjunto en el que participarían todos los cardenales católicos y un número idéntico de patriarcas y prelados ortodoxos y del que saldría el nuevo Papa de la gran Iglesia grecorromana, que tanto podría ser un ortodoxo como un católico. Un sínodo conjunto a celebrar en breve ampliaría la mayoría necesaria para elegir el nuevo Papa, de cara a forzar el gran consenso que el primer pontífice ortodoxo-católico del milenio parece llamado a necesitar, aunque ello haga barruntar un largo cónclave con fumata muy tardía.
Más allá de cuestiones litúrgicas y de rito –la verdad es que no existen diferencias dogmáticas sustanciales que dificulten la comunión (pinche aquí si desea conocer lo que separa a católicos de ortodoxos)– las cuales se irían dirimiendo a través de las oportunas congregaciones conjuntas convocadas a los efectos, las mayores dificultades del acuerdo se registraron -siempre según la misma fuente- en lo relativo a las sedes tanto de cónclaves como de la propia magistratura. Según ella, en adelante los cónclaves se celebrarían alternativamente en Constantinopla -vale decir Estambul- y Roma, y el pontífice residiría alternativamente en la ciudad de las dos en la que no se hubiera celebrado el cónclave. A los efectos, parece que se halla en estado muy avanzado las negociaciones con el Gobierno Erdogan para dotar al barrio de Phanar, en Estambul, en el que se halla la Catedral Patriarcal de San Jorge, sede del patriarcado ortodoxo, de un status similar a aquél del que goza la Ciudad del Vaticano en Italia.
Además, ambas diócesis se unificarían, con lo que el futuro papa tendría entre sus títulos el de Obispo de Roma-Constantinopla, lo que, entre otras pretensiones, tendría la de evitar que se produzca un nuevo cisma en el futuro, y sobre todo en los momentos iniciales, considerados los más delicados.
Se da la circunstancia de que tanto el obispo de Roma, Francisco, como el de Constantinopla, Bartholomeos, estrenan nombre en su alto magisterio, lo que parece condecirse bien con la antigua profecía medieval según la cual, “dos obispos de nombre ignoto proveerán una silla donde había dos”, recogida por ese viejo conocido de esta columna, el historiador de la Iglesia Cesare Baronio (pinche aquí para conocer mejor su figura) cuando refiere los hechos que condujeron a la separación de las iglesias romana y griega. Y hasta dotaría de contenido la tan famosa como denostada profecía de San Malaquías que, como se sabe, asegura que el actual sería el último Papa de la Iglesia de Roma (porque el siguiente lo sería ya de la Iglesia de Roma-Constantinopla).
Como se sabe, el definitivo cisma –que no el primero, pues vino precedido de otros dos en 482 y 867- entre la Iglesia occidental con sede en Roma y la Iglesia oriental con sede en Constantinopla, se produjo el 16 de julio del año 1054 (puede conocer Vd. todos los pormenores de la cuestión pinchando aquí). De ser cierto cuanto informa el diario turco Haberler, la separación de las dos grandes iglesias se quedaría a 39 años de cumplir un milenio.
Y sin más por hoy, queridos amigos, sino pedirles que recen mucho por la reunificación de las iglesias, hoy tan al alcance de la mano según vemos, me despido una vez más deseándoles que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Y ojito ojito, que hay por ahí mucho desaprensivo que intentará tal día como hoy hacerles alguna broma más o menos pesada o graciosa, más o menos oportuna o inoportuna, que para eso es el día de los inocentes (pinche aquí para conocerlo todo sobre la historicidad del evento, y aquí para conocerlo todo sobre las bromas que en tal día como hoy nos gastamos los unos a los otros). Hasta mañana.
©L.A.
Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es. En Twitter @LuisAntequeraB
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(puede hacer click sobre ellos si desea leerlos)
De católicos y ortodoxos y lo que a unos y a otros diferencia
De católicos y ortodoxos: los intentos de reconciliación
De católicos y ortodoxos: breve historia de un desencuentro
Del Concilio Panortodoxo convocado por el Patriarca Bartolomé I
Este año, excepcionalmente, católicos y ortodoxos celebramos la Semana Santa en la misma fecha
¿Auténtica la momia de Poncio Pilatos presentada ayer en el Museo de Israel?