Ya casi ha
finalizado el
escrutinio de
estas elecciones europeas. En un rato habremos oído las valoraciones de los partidos y percibiremos, como siempre, que todos han ganado. El PP porque, verdaderamente, ha resultado vencedor, y el PSOE, porque como buen español perdedor, dirá que es culpa del árbitro, o similar. El caso es que yo, católico, me quedo con la sensación de que ganan los que en principio menos me hacen la puñeta, pero sabiendo que en Europa son casi todos muy parecidos, y me van a dar por saco igual. El viernes leí un post muy bueno llamado
300, en el que me metían caña diciéndome que “
de algunas contiendas no es que salgamos derrotados es que ni tan siquiera presentamos batalla”. Estoy de acuerdo y, aunque me gusta más el ejemplo de
los 800 de Otranto y cómo salvaron a Roma, entré en el post y metí un comentario adhiriéndome a la idea. Es cierto que los católicos pasamos de todo en numerosas ocasiones. Jesucristo nunca nos ha pedido que nos revelemos y peleemos contra todo, pero tampoco nos ha dicho que callemos la
Verdad. Además, hoy, día de la
Santísima Trinidad, es perfecto. El
Señor nos ha creado,
Jesucristo nos acompaña cada momento de nuestra vida, y el
Espíritu Santo nos inspira para que proclamemos que Cristo vive. Así que todos a pelear, para que el mundo crea.
Eduardo Palanca