Girón patentó en España el subsidio obrero y la paga extra, pero no creo que mantuviera reuniones clandestinas con la servidumbre en un piso franco con la intención de derrocar al Generalísimo. Ni siquiera que invitará a una ronda a la hermandad de labradores cada primero de mayo. No era uno de los suyos, del mismo modo que el Gran Wyoming, el Girón de Podemos, no es un paria por mucho que clame contra la injusticia social desde El Intermedio. Para serlo, le faltan calamidades y le sobran pisos.
Aunque es más que probable que en el registro de la propiedad de Madrid le llaman de usted, él asegura que es un hombre de izquierdas ¿Se puede ser rico y de izquierdas? De una manera indirecta, tal vez, del mismo modo que se puede ser culé y admirar la capacidad para el desborde de Isco, pero no se puede ser del Barça y elogiar el seny del Madrid, que es un club caballero, del mismo modo que no se puede ser rico y apostar por el reparto equitativo de la riqueza sin caer en el contrasentido de clases. 
Si los ricos abanderados de la izquierda no consideran un contrasentido que su cartilla de ahorros desmienta su mensaje populista es porque el propio pueblo les considera camaradas. De tal forma que Wyoming, para el pueblo, es poco menos que la viga maestra de la barricada. Esto tiene su explicación: Miguel Monzón coincide sinceramente con el pueblo en la repulsa por el crimen de Víctor Jara. Es decir, no imposta su discurso, pero se aprovecha de él. Yo también recuerdo a Amanda y, a diferencia de la izquierda Armani, no se me ocurre comparar esta España con aquel Chile.