Año del Señor 2014
Lerma, 17 de Diciembre
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
 
ESCRIBIR UNA FELICITACIÓN DE NAVIDAD
 
Ya estamos en la semana grande, la semana que la Iglesia llama de la "O" por sus antifonas de vísperas, que empiezan todas con esa letra (Oh Sabiduría... Oh renuevo del tronco de Jesé...) La liturgia vibra de emoción y espera ansiosa al Salvador. 
 
Nosotras ahora estamos a tope con las felicitaciones de Navidad y, ayer, escribiendo, me daba pena que este gesto de cariño se pierda o que, por comodidad, escribamos en el ordenador un correo y ya está. Mirando a Cristo en la oración, me daba cuenta de que su amor es totalmente personal. Y, por lo tanto, nosotros tenemos que ser "personales". 
 
Cuando escribimos a alguien, lo primero que hacemos es orar por esa persona, dedicarle un tiempo, pensar en ella, y, luego, escribirle lo que tenemos en el corazón. Así es el amor de Cristo: se detiene en ti para hacerte feliz. 
 
Hoy ponte en camino hacia una tienda, compra una felicitación de Navidad (pero, por favor, que en la imagen aparezca el Misterio, el Niño). Ahora párate a orar. En tu vida tendrás muchas personas que son para ti un regalo, pero seguro que hay una que es para ti un tesoro, alguien a quien amas desde lo profundo de tu corazón y que sabes que es un regalo de Dios para tu vida. Hoy esta persona es a la que vamos a escribir, sacando de tu corazón lo que tienes dentro, deseándole lo que realmente a ti te hace feliz. No tengas miedo a expresar lo que sientes, ya que la otra persona tiene un corazón igual que el tuyo. Los dos corazones los ha creado Cristo y en Él te encuentras. 
 
Después, escribe las señas en el sobre y ponle el sello, busca un buzón y, cuando la dejes deslizarse dentro de él, mira al cielo y dale gracias al Señor por esta persona que ha puesto en tu vida. 
 
Te deseo un feliz día. El amor de Cristo siempre trae los regalos y el tesoro a tu vida, descúbrelos.
 
VIVE DE CRISTO
 
 
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