Ya han comenzado los trabajos de preparación para las próximas
Jornadas Mundiales de la Juventud, que se celebrarán en Madrid, en 2011. Tanto en la diócesis como en Roma hay mucho que hacer, mucho por trabajar y por eso, el cardenal
Rouco, junto a un amplio consejo diocesano, ha designado a la mejor persona para organizar las Jornadas: uno de los obispos auxiliares de Madrid,
Monseñor César Franco. Nuestros amigos
progres, esos a los que gusta
comentar cualquier iniciativa de la Iglesia y que se autoerigen como sus salvadores, criticarán la decisión, como siempre. Dirán que el cardenal sólo quiere manejar el tema, que le ha quitado la miel de los labios a sus otros dos auxiliares, que como quiere llevarse la gloria ha nombrado a uno de sus adláteres… Algunos blogs ya van por ahí, para variar. El Fórum de Pastoral con Jóvenes del fin de semana fue el mejor foro para motivar el pistoletazo de salida. Aunque había de todo, (ya hay muchos
comentarios sobre el tema y no voy a entrar), la Iglesia es una y sabe por dónde tiene que ir. Los jóvenes despistados que había por allí también necesitan su encuentro con
Cristo; y si no lo viven antes, tendrán una fantástica oportunidad en 2011. Eso por no hablar de todos los que aún no le conocen y que en 2011 vivirán una experiencia de Dios y de Iglesia que cambiará sus vidas. Estoy seguro de que Madrid 2011 van a ser las mejores JMJ posibles, porque van a ser las JMJ que Dios quiere. Si nos dejamos guiar por Él, como ya están haciendo los responsables, y si todos nosotros estamos ahí para lo se necesite, serán una pasada. El jueves pasado hablaba con un amigo y le decía que va a ser un momento increíble. Toca trabajar: ¡quedan menos de tres años!
Eduardo Palanca