El aficionado colchonero que incluye en el apartado muestras de cariño las collejas del cholo al cuarto árbitro realiza un ejercicio de parcialidad inferior al de la presidenta que propone al dueño del templo quitarle el templo con el argumento tramposo de que le faltan papeles incunables. Todo el que tiene cincuenta euros en el bolsillo sabe que son suyos aunque no lleve encima el extracto bancario que certifique el reintegro, pero Díaz considera que gestionar ocho siglos el templo no confiere ningún derecho al cabildo. Actitud que favorece la pretensión del Estado Islámico de retornar a Al-Andalus. Huelga decir que esta mujer debía de estar de viaje de estudios en Guadalete el día en que en clase explicaron Covadonga.