Año del Señor 2014
Lerma, 8 de diciembre 
Hola, buenos días, hoy Inés nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
 
ORACIÓN CONTINUA
 
Como te comentaba ayer Israel, en la Comunidad estamos intentando sobrevivir a una especie de catarro que está derivando en un gripazo de campeonato. Cuando por el monasterio pasean este tipo de virus, pasa algo muy curioso: en el momento en que una hermana empieza a cogerlo, surge una epidemia de miedo a que se lo contagie a las demás y, si te descuidas, casi te ponen en cuarentena... 
 
Y, por supuesto, comienzan lo que, con mucho humor y cariño, llamamos "letanías": recomendaciones y consejos de toda clase, que, como se dan cuando estamos todas juntas, suelen venir en "packs de veinte unidades como mínimo": “Abrígate, que te vas a enfriar”, “Ay, parece que toses, tómate miel”, “¿Tienes frío? Ponte aquí, al calor...", "Hoy vete prontito a la cama..." Y, claro, la enferma acaba respondiendo "Amén" con una sonrisa. ¡Cómo nos cuesta a veces dejarnos cuidar! Y así, entre amén y amén, ¡estamos todos los recreos en oración continua! 
 
Hoy estaba pensando en cómo un catarro nos hace parar, y, sin embargo, el mundo de tu alrededor sigue, por eso es tan importante la actitud que tengamos. Sí, porque el Señor nos habla a través de todo, Él nos repite consejos para que seamos felices, oímos su susurro a través de mil sugerencias en la vida diaria: un acontecimiento que te sale bien, un cambio de planes que te ha preservado de un peligro, una corazonada que te invita a mostrar tu cariño a alguien... 
 
Por eso las “letanías” tienen la sabiduría del cariño. A veces nos cuesta volvernos al Médico, que es Jesucristo, y “hacer lo que Él diga”, pero, fíate, déjate cuidar, no es bueno medicarse a uno mismo. Cristo sabe muy bien tu historial y tiene el remedio apropiado para ti. Hoy el reto es que no temas que los otros vean tu debilidad, acoge su interés con una sonrisa y deja que Cristo te lleve de la mano. VIVE DE CRISTO. 
 
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