Nyman llega a la conclusión de que más de uno de cada tres que respondieron los solicitantes de asilo han experimentado abusos debido a su fe. ... y añade: "Me niego a apoyar la islamofobia, pero tenemos un problema serio aquí".
Los problemas no se solucionan ignorándolos, o negándolos. El primer paso es saber qué pasa, medirlo y monitorizarlo en la medida de lo posible, analizar al perseguidor, qué “valores” tienen los que se dedican a perseguir a los cristianos, cuáles son las bases religiosas de los perseguidores, y ver si pueden ser reformadas, y en caso que esto sea imposible, empezar a plantearse si es correcto tener en el país estos intolerantes que abusan de la hospitalidad que se les brinda y que en muchos de sus países de origen se niega el derecho más básico a los cristianos, la vida.
Las autoridades europeas tendrán que dejar de desviar la mirada y de ocultarse bajo el manto del buenismo y relativismo moral ante el avance del totalitarismo islámico que aspira a gobernar a toda humanidad. Cuanto más tarden será peor para los ciudadanos europeos.
Niels Nymann Eriksen dice que los casos de violencia de musulmanes contra los cristianos se explican por el hecho de que vienen de una “cultura” en la que "la violencia es una forma normal de manejar los desacuerdos entre los inmigrantes musulmanes."
El mundo es muy grande, y si la cultura judeocristiana es deleznable, asquerosa, y repugnante para los fieles más fervientes del Islam, estos son unos masoquistas por vivir en un “viciado” mundo democrático, de igualdad de género y respeto a la vida. Lo más coherente y lógico sería que volviesen o fuesen a los países en los que rige ´a, la ley islámica, donde podrán torturar, flagelar, decapitar “legitimimamente” y amparados por el Corán, a los “infieles”.
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