Nadie niega el gran número de vocaciones sacerdotales nacidas en el interior de la Acción Católica de los años cuarenta.

Una de ellas tuvo lugar en Linares, de cuyo pueblo era don José Callejón Pérez, sacerdote ordenado en 1957, tras haber estudiado peritaje en la ciudad de las minas.

Era el vicario parroquial de la feligresía donde el firmante de este post ejercía de acólito. En la parroquia de San Juan y San Pedro era apreciado este sacerdote sencillo, un poco tímido, pero lleno de hondo saber científico.

Andando los años fue mi profesor de Físcia y Química, dentro del Seminario Diocesano. Andando los años fuímos compañeros de claustro en un instituto público, donde él impartía su Física y Química, y un servidor daba clases de Religión y Moral Católica.

Como secretario del centro tuvo hacia mi un gran gesto, en un momento en que mi salud estuvo en un momento muy delicado.

Jubilado vivía retirado con un familiar en la provincia de Almería. Allí falleció en la paz del Señor, el bueno de don José Callejón Pérez, por cuyo descanso rezo constantemente.

Tomás de la Torre Lendínez

-------------------------------

Ruego envíen semblanzas de los curas que han conocido y desean que aparezcan en este Blog.

La cuenta de correo electrónico es:

tomasdelat@gmail.com