Hace apenas unos días tuvimos ocasión de conocer el sombrío panorama que por lo que hace a la cuestión demográfica asuela a España (pinche aquí para conocerlo). Pues bien, vamos a conocer hoy un poco mejor una de las razones –no la única desde luego- que propicia el que cabe denominar sin ambage ni hesitación alguna “el invierno demográfico español”: el trato que el estado español otorga a la familia por comparación al que le otorgan los países de su entorno geográfico-cultural.
 
            Según recoge el informe “Evolución de la Familia en Europa 2014”, presentado por el Instituto de Política Familiar (IPF) ante el Parlamento europeo, con motivo de la celebración del XX Aniversario del Año Internacional de la Familia, España se halla a la cola de la cola entre los países europeos por lo que crear un entorno favorable a la familia y a la expansión demográfica se refiere. Una serie de variables lo confirman, vamos a conocerlas.
 
            Por lo que se refiere a flexibilidad laboral, mientras un 71% de los europeos tiene un horario totalmente rígido, ese índice en España se eleva al 88%.
 
            Por lo que se refiere a la utilización de guarderías, Rumanía y España son los países de toda Europa que menos las utilizan, 1 de cada 7 familias, mientras que Dinamarca es el que más, 7 de cada 10. ¿Razón? El 60% de los españoles las consideran muy caras. ¡Menos mal que están los abuelos!
 
            En cuanto a los permisos de maternidad la media europea es de 27,7 semanas. España, de nuevo, en el furgón de cola, 16. Suecia alcanza las 77 semanas, una inesperada Bulgaria las 58, el Reino Unido las 52 y Dinamarca las 50.
 
            Luxemburgo concede 216 euros al mes por hijo, Alemania 184 y Austria 131. España, apenas 24,25 euros mensuales, sometidos además a la condición de no superar un bajo límite de 11.519 euros brutos anuales por familia, mientras que en la mayoría de los países la asignación es universal e independiente de la renta. Polonia, Reino Unido, Suecia, Bélgica y Bulgaria han subido la asignación últimamente, España la ha bajado.
 
            El resultado de todo esto es que mientras Dinamarca destina un 4,1% de su PIB a la familia y Luxemburgo un 3,6%, España sólo destina un 1,4%. Todo lo cual podría entenderse si el tamaño del estado respecto del PIB fuera más reducido en España que en esos países, pero eso no es así en modo alguno. ¿A que no sabía Vd. que en términos porcentuales el gasto público es incluso superior en tres décimas en España que en Alemania?
 
            Una encuesta más en la que España vuelve a brillar en esa parte de la misma en la que nadie quiere estar: lo estamos en lo que respecta a crecimiento demográfico, calidad de la enseñanza, consumo de drogas… y ahora también, en ayudas a la familia.
 
            Y mientras, estos españoles sobrados de nuestra generación, divertidos en hacer referéndums en urnas de cartón y preocupados por si una conocida tonadillera entra en la cárcel o no entra y si llora o se ríe. ¿Saben Vds. dónde nos vamos? Pues o mucho cambian las cosas o sí, adonde Vds. han dicho. ¡Y pensar que le dimos a un señor una mayoría sin precedentes para hacer precisamente estas cosas!
 
            En fin amigos, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Nos vemos mañana.
 
 
            ©L.A.
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