(Foto: CEU San Pablo - E. Navarro, E. Fratini, C. Romero, F. Herraez, R. Ortega)
Este fin de semana ha tenido lugar en Madrid el XVI Congreso de Católicos y Vida Pública con el lema: “La familia siempre: desafíos y esperanza”, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) en el campus de Montepríncipe de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.
Hay muchas razones para admirar la belleza del matrimonio y la familia, hay motivos para la esperanza, para el compromiso y trabajo conjuntos, especialmente con los jóvenes, tan capaces de dar y darse, abiertos a compartir y ser generosos.
En la inauguración el Nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini, expresó que el Sínodo ha puesto el empeño en comunicar bien el atractivo de la familia y que urge comunicar de forma positiva la belleza del matrimonio. El consiliario nacional de la ACdP llamaba también urgentemente, con nuevo impulso, a la construcción de la familia cristiana, sin temores de futuro y sin complejos de presente.
En la ponencia inaugural, el exministro Ruiz Gallardón destacó que más que de un nuevo discurso se trata de cultivar un nuevo pensamiento, porque la familia es indestructible, tiene una buena valoración, las parejas aún contemplan el horizonte del matrimonio y también sigue presente el deseo de paternidad.
Se trata también de señalar falacias y falsedades, como dijo la activista Ludovine Dutheil de la Rochère, presidenta de ‘La manif per tous’: Las feministas en Francia parten de entrada que la mujer es dominada, maltratada por el hombre, lo cual es falso. Se dice que hay muchos tipos de familia, que esto es maravilloso y que no tiene repercusiones, cuando es absolutamente falso”; “La Ley Taubira [por la que se legaliza el matrimonio homosexual] es una ley aberrante que no se basa en la realidad y que debe ser combatida”; “No hay vientre de alquiler ético”. También dijo: “Tenemos un nuevo feminismo por desarrollar”; “Si se actúa rápidamente aún se está a tiempo de impedir la práctica de los vientres de alquiler, a la que ha calificado de bricolaje de la concepción.
Por último, en la clausura del Congreso el presidente de la Conferencia Episcopal Española y Arzobispo de Valladolid, Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ricardo Blázquez, agradeció la vocación del matrimonio y de la familia en la doctrina cristiana.
Junto a estos motivos para la esperanza también, en el manifiesto final se señalaron cuatro exigencias a las administraciones públicas:
1. Legislaciones para la familia congruentes con su verdadera identidad.
2. Políticas sociales de ayudas a las familias con especiales dificultades, como la viudedad, la separación conyugal, la discapacidad, ancianidad o enfermedad de alguno de sus miembros.
3. Una política laboral que permita a los matrimonios jóvenes afrontar el futuro con seguridad, a las mujeres ser madres, a los hombres ser padres y tanto a madres como padres, cuidar de sus hijos y dedicar tiempo a la convivencia familiar
4. Leyes que defiendan la vida del no nacido desde el mismo instante de su concepción hasta el momento de su muerte natural.