He leído la entrevista que han hecho a Barak Obama en el periódico italiano
Avvenire y, en efecto, me recuerda a “
El Señor del mundo”, “
El padre Elías”, “
La última aparición de la Virgen” y, más recientemente, “
La última escapada”. Hay quien piensa que estos libros son apocalípticos, que solo son una inventiva, que pretenden comernos el coco contra el Estado, pero quien se adentra en ellos, solo percibe realidad por los cuatro costados. No creo que Obama sea el malo de la película. A Él solo le manejan. Se cree el rey del mambo pero es una marioneta en manos de alguien que tiene muy claros los objetivos. El problema para los que tiene alrededor es que ese que manda sobre él no es muy buena gente, la verdad. Todos, hasta en España, creen que alaban a Obama, pero no se dan cuenta de que, realmente, hacen la gracia a otro mucho peor que él. Así, Obama, es especialista en aglutinar el mayor número posible de opiniones y pensamientos, aunque sean contrapuestos. Durante la entrevista dice: “
defenderé siempre con fuerza el derecho de los obispos a criticarme, también con tonos apasionados”. Claro, su máxima es la que se introdujo en el mundo hace ya tiempo, últimamente con más fuerza: cualquiera puede opinar sobre lo que quiera, todas las opiniones son buenas, y no hay verdades absolutas. Eso sí, todo está bien y es aceptable, pero defiendo al que más pasta me dé. Más adelante, hablando del aborto, dice casi todo lo contrario que promueve:
hay que educar a los jóvenes para que eviten embarazos no deseados, es decir, hay que ayudarles a que elijan el mejor anticonceptivo para que no falle; y si yerra, qué mala suerte, algo habrá que hacer, ¿no? Y en el Tercer Mundo que no procreen tanto, que así no nos piden tanta ayuda, que con esta crisis…. Más adelante, reconoce que le gustaba más cuando el debate no se centraba tanto en el aborto y se promovía también
la lucha contra la pobreza, el cuidado de la infancia, la pena de muerte y la política exterior. No me extraña, la verdad, porque es imposible diluir el debate del aborto si no lo mezcla con otros temas. Al final viene otra perlita de las del mundo actual: “
la comunidad gay y lésbica es ofendida por alguna de las enseñanzas de la Iglesia católica, y de la doctrina cristiana en general". Pide además
que estemos dispuestos a preguntarnos si estamos actuando en modo coherente no sólo con las enseñanzas de la Iglesia, sino también con Jesucristo. Al leer esto me doy cuenta de que la Iglesia no es su iglesia, por eso no entiende lo que dice. Obama sigue a su iglesia, pero a su forma. Coge lo que le gusta y pasa del resto. Así somos muchos católicos; decimos que somos seguidores de Cristo, pero luego hacemos lo que queremos, y si algo de la Iglesia nos cuesta, pues pasamos. Además, con los medios de comunicación dispuestos a hacernos el juego para meter cizaña, es sencillísimo hacernos la “iglesia a nuestra medida”. Pues a los que piensan así les digo que no conseguirán nada, que Cristo vive en la Iglesia y lleva más de veinte siglos con nosotros, para todo lo que necesitemos. Los que dedican su existencia a intentar hacer daño al mundo, que sepan que Cristo está deseando encontrarse con ellos, para que vivan una vida de verdad.
Eduardo Palanca