Una vez sentados unos conceptos básicos sobre el cielo, el infierno y el juicio de Dios los chavales siguen teniendo muchas preguntas al respecto.
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Y entonces, ¿eso del purgatorio qué es, como un cielo de segunda categoría o algo así?
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La verdad es que no- río- pero tiene gracia lo que has dicho. Verás, cuando tu mueres y entras en la eternidad no dejas de ser tú, pero si tu destino final es el cielo no puedes entrar con tus pecados, ¿qué ocurre entonces?
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Pues supongo que habrá que perderlos por el camino o algo así- sugiere uno
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Sí, la verdad es que es algo así- le contesto- Pero veréis, quitar los pecados no puede ser fácil, que tú seas tú pero sin ningún tipo de egoísmo ni envidias ni nada parecido debe ser un proceso costoso. Desprenderte de tu pecado es algo que evidentemente debe “doler”, que debe suponerte un choque fuerte. Veréis, Jesús en el Evangelio dice en una parábola que cuando venga el Señor de la casa a ver qué han hecho sus siervos, una metáfora del Juicio, algunos recibirán muchos azotes pero otros en cambio pocos azotes... estos “pocos” azotes serían los necesarios para que el siervo volviera de nuevo a contar con la aprobación del amo.
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¿Pero eso no se refiere a los sufrimientos de esta vida?
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En este caso no, ya que son parábolas sobre la venida del Reino. Hay otras imágenes que utiliza Jesucristo o que aparecen en otros libros de la Biblia como la de ser purificados por el fuego, la de pasar una pena temporal de cárcel hasta saldar las deudas, la de blanquear las túnicas hasta dejarlas sin mancha, etc, todas hacen referencia a un proceso doloroso pero que finalmente y una vez concluido hará que quien lo ha recibido se quede en paz con Dios- parece que los chavales lo tienen más o menos claro, pero podemos redondearlo un poco más- Permitidme que os ponga un ejemplo, como una imagen, que aunque no puede ser correcta del todo igual os da una pequeña idea- empiezo pues.
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Imaginad una mujer joven que se queda embarazada. Sus amigas que ya han tenido un bebé hace no mucho tiempo deciden pasarle la ropita que tienen guardada para su niño. Cuando la chica recibe toda esta ropa hace tres grupos. En un primero pone la ropa que está perfecta, impecable (nunca mejor dicho) incluso sin estrenar, esos trajecitos los guarda directamente en el armario. Hay otro grupo de ropa que está muy estropeada, rota, raída... los tira a la basura sin más. Pero existe otro montón de ropa que, aunque está bastante decente necesita algunos arreglos. A alguno le falta un botón, o tiene un descosido o alguna mancha... esa ropa la arregla, la zurce, la mete en la lavadora, le da un planchado y finalmente, cuando ha quedado perfecta la guarda en el mismo armario en el que había colocado el primero, sin que nadie pueda distinguir ninguna diferencia entre uno y otro.
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¿el armario sería entonces el cielo?
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¡y el cubo de basura el infierno!
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Entonces el arreglo de ropa y todo eso de lavar y planchar sería el purgatorio.
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Correcto, veo que lo habéis pillado- les felicito- pero recordad lo más importante, el destino del primer grupo de ropa y del tercero es el mismo, el armario. No hay un destino bueno, uno malo, y uno regular. Como os dije el otro día Dios nos ha hecho para vivir eternamente en su presencia, aunque es posible que en algunos casos no sea así.
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Pues yo siempre había entendido que eran como tres lugares, como los pisos de un edificio o algo así.
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Bueno, esa imagen no es muy acertada, pero es posible que nos haya llegado por un problema gramatical – los chicos se quedan sorprendidos, ¿que tendrá qué ver la gramática en esto?
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¿y eso?
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Veréis, todo eso que hemos hablado de los azotes, el fuego, la pena temporal de carcel o el cosido y el planchado... es lo que tradicionalente se han llamado las “penas purgativas”, esto es, cosas que no son agradables, que son dolorosas, pero que son necesarias para purgar, esto es, para limpiar, purificar o, como ocurre con los medicamentos, vaciar toda la mierda que se te ha quedado retenida en las tripas y no sale por mucha fuerza que hagas en el water- los chavales ríen- Sin embargo, en un momento dado en la historia de la teología, esta palabra que es un artículo, “purgativo”, se sustantivizó y se pasó a hablar de “el purgatorio” pensando que de esta forma quedaba el concepto más claro aunque, y esto es solo una opinión personal, es posible que consiguiese el efecto contrario, ya que como dices parece que sean tres niveles de eternidad.
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Pues mi abuela decía que había que hacer misa o dar limosna para sacar a la gente del purgatorio o algo así
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Sí, algo así. Para un proceso como este, el de purificación, toda ayuda es bien recibida por lo que todo lo que podamos hacer para interceder por las almas en este proceso, bienvenido sea.
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¿Pero de que sirve si ya están muertos o si ya han pasado al cielo definitivamente?
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Recuerda que la eternidad está fuera del espacio y del tiempo, por lo que nuestras medidas cronológicas no tienen ningún sentido. Todo lo que pidamos por nuestros seres queridos ya fallecidos o por los que están en proceso de purificación son peticiones para la eternidad, que no tiene medida horaria.
Los chicos quedan meditabundos, parece que asimilan aunque sea desde un nivel básico todos estos conceptos, pero cuando ya estoy convencido de que no tienen ninguna pregunta más... vuelven a la carga con otro montón de cuestiones al respecto, pero eso lo veremos en otro momento.