Esta es la síntesis del comunicado difundido por el Vaticano con motivo de la conclusión del encuentro de nuncios apostólicos de Oriente Medio que se ha celebrado en el Vaticano a petición del Papa Francisco para informar y reflexionar sobre la situación de los cristianos en dicha región.
En la nota, titulada "Basta de guerra y de violaciones de los derechos humanos", se explicó que la reunión ha permitido "conocer de primera mano la situación de los cristianos en diversos países y el contexto en el que viven".
Asimismo, los nuncios reafirmaron la necesidad de hacer "todo lo posible para ayudar a estas personas".
El Vaticano expresó su "grave preocupación" por las actuaciones de algunos grupos extremistas, en particular las que llevan a cabo los jihadistas del Estado Islámico (EI), que ya controlan amplias zonas a ambos lados de la frontera entre Siria e Irak y que actualmente están siendo atacados por una coalición internacional.
"La comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante la masacre de personas solo por sus creencias religiosas o por su pertenencia étnica, ante la decapitación y la crucifixión de seres humanos en las plazas públicas, ante el éxodo de miles de personas o la destrucción de lugares de culto", refirió.
Los nuncios también secundaron la opinión del Papa al recordar que es "lícito detener al agresor injusto" pero siempre en base a las normas del derecho internacional.
"No obstante, la solución del problema no se puede basar en las respuestas militares, sino que debe ser analizado a partir de las causas que lo originan y que son aprovechadas por la ideología fundamentalista", añadió.
Durante la misa que cerró esta reunión, el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, instó a los católicos a emprender iniciativas que "sensibilicen a los gobiernos y a la comunidad internacional" para afrontar así esta circunstancia.
"Esta situación nos impulsa como individuos y como comunidad cristiana, como Iglesia, a rezar constantemente y a llevar a cabo todas aquellas iniciativas concretas que sirvan para sensibilizar a los Gobiernos y a la Opinión Pública", manifestó.
Además, añadió que "no se deben escatimar acciones que alivien las condiciones de nuestros hermanos y que detengan a los violentos".
Parolin explicó que los cristianos que sufren persecución deben poder "reconocer en la Iglesia una institución que les defiende, que reza y actúa por ellos, que no tiene miedo de la verdad, dando la palabra a quien no tiene voz y ayuda al abandonado, al prófugo o al discriminado", afirmó. EFE
NOTAS
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