Nuestra segunda protagonista es Sor María de la Asunción Pascual Nieto. Natural de Villarobe (Burgos) [pueblo que desapareció en 1974 por la construcción del pantano del Arlanzón], nació el 14 de agosto de 1887. Fue hija natural de Regina Pascual Nieto [madre soltera]. Asunción disfrutó de muy pocos días con su madre. Lo sabemos a través del documento del Director de la Casa Cuna de Burgos dirigido a la abadesa de Escalona redactado en estos términos: “Asunción Pascual fue depositada a los pocos días de su nacimiento en el torno de este establecimiento, los responsables -del mismo- la pusieron en crianza y para ello fue entregada a los vecinos de Torrecilla del Monte, Juan Portugal y su esposa Francisca Lara” (Rainerio García de la Nava, “Odisea Martirial de catorce concepcionistas” (2011, página 292).
En 1892, con cuatro años y medio, recibe el sacramento de la confirmación. A los diez años fue devuelta a la Casa Cuna, parece casi cierto que ya no abandonó dicho Centro hasta su ingreso en el monasterio de Escalona.
Conservamos el informe que el Capellán de la Casa Cuna redacta cuando Asunción pide entrar de religiosa: “María Asunción ha observado y observa un comportamiento ejemplar, destaca por su piedad y devoción entusiasta a la Virgen, con sus superiores es obediente y respetuosa, muy aceptada por sus compañeras y muy querida de todos los empleados del centro. Goza de buena salud” (Ibidem, página 293).
Ingresó en Escalona el 6 de junio de 1909. García de la Nava afirma: “es probable que se decidiera por las Concepcionistas de Escalona movida por el ejemplo de otras jóvenes, ya religiosas en Escalona y que habían estado en su mismo centro o centros similares como Sor Mª de San José. Esta circunstancia le facilitaría su adaptación al ambiente y al régimen de vida del monasterio”.
El 31 de octubre de 1909 Sor Asunción tomó el hábito de concepcionista. Presidió la ceremonia el capellán, el siervo de Dios Teógenes Díaz-Corralejo Fernández, que como recordábamos en las primeras entregas murió en los días de la persecución, el 30 de julio de 1936. Sus restos reposan en el presbiterio de la iglesia del Monasterio de Escalona.
Finalizados los meses de postulante Sor María de la Asunción Pascual Nieto no tuvo dificultades para ser admitida a la profesión. En los informes que la Abadesa remite al Vicario Episcopal de la Archidiócesis se insiste en “que era alma de oración, dócil, responsable y buena compañera, por este motivo es muy querida por todas las monjas”. Hizo su profesión temporal el 6 de mayo de 1910. Quedo incorporada por tres años a la comunidad como religiosa de coro y cantora. Cuando llega el momento de la profesión solemne leemos en los informes que destaca por su “hábito de oración, sencillez, por ser cariñosa y servicial con sus compañeras y sumamente respetuosa con la Abadesa”. Ocupó los cargos de enfermera, tornera y portera. Finalmente, cuando estalle la guerra civil era Vicaria de la comunidad.
El pasado 14 de junio en rueda de prensa las Concepcionistas invitaron a los fieles de Toledo a asistir a la beatificación de 14 monjas mártires el día 22, en la Catedral de la Almudena.