Es una constante de hoy día ver cómo los mensajes difundidos en el ambiente carcomen la mente de las personas debilitándolas hasta que no tienen nada firme en su cerebro respecto a matrimonio, relación padres-hijos, ideales, moral..., sumiéndolas en la duda y la oscuridad. Y esto ocurre día tras día, poco a poco, casi sin que te des cuenta.
¿Exageración? Veamos, por ejemplo, qué enseña el ambiente sobre:
1. El matrimonio:
- “Aprovecha” (en el sentido de vicio) los años de antes de casarte.
- Es mejor ser “pareja” que matrimonio.
- Es mejor “experimentar” antes de casarse. (Pero sólo en el aspecto del sexo).
- El divorcio es la solución a los problemas del matrimonio…
2. A los hijos sobre los padres.
- Son unos “carcas”.
- No te dejan vivir tu vida, te coartan… (Es decir, los padres son unos egoístas y explotadores…).
3. A los padres sobre los hijos:
- Los tiempos han cambiado… (Como si eso fuera un razonamiento).
- Las cosas hay que aceptarlas… (Es decir, no tienen que tomarse la molestia de dar a los hijos fundamentos sólidos).
- Más que padres hay que ser su amigo… (Es decir, tener complicidad en vez de cariño).
- Hay que dejarles “vivir su vida” y que tengan “sus propias experiencias”. (Es decir, no tomarse el trabajo de educarlos ni de señalarles los peligros que les van a sobrevenir salvo de una forma genérica e insustancial).
4. Sobre los ideales, la heroicidad:
- Eres demasiado jóven y no conoces la vida...
- La vida luego te enseña...
5. Sobre la moral:
- Cada uno tiene sus valores, su moral. (Y por tanto nadie debe reprocharme nada).
- La verdad no existe. (Salvo lo que te estoy diciendo).
- Vive y deja vivir... (Como eufemismo de “ve a tu bola y no te preocupes de nadie”).
- No te arrepientas de nada. (Ni siquiera de lo que hagas mal o del daño que causes).
6. Sobre Cristianismo, creencias:
- Hay que ser tolerantes, no dogmáticos. (¿Acaso no es esto un dogma de estos “tolerantes”?).
- Lo importante es creer en “algo”. Todas las religiones son iguales. (Aunque eso no sea lo que Dios dice).
Quieras o no, todas estas ideas (y muchas más como estas) están ahí a diario ―basta con poner la televisión para comprobarlo― impregnando el ambiente y las personas. Y, como decimos, poco a poco y casi sin que te des cuenta carcomen la mente, sumiéndola en la oscuridad más absoluta e impidiéndola razonar.
Al menos estemos advertidos de que es así.
Los Tres Mosqueteros
Próximo artículo: lunes 28 de julio