Sí señores, ¡¡¡2.600 años redonditos de tan señalada fecha!!! Y es que tal día como el que vivimos es un día muy importante, importantísimo en realidad, en la historia del pueblo judío, porque el 19 de julio del año 586 a.C., coincidente con el
Tishá B'Av (o 9 del mes de Av) del año 3174, hace exactamente, pues, dos mil seiscientos años hoy en el calendario gregoriano (cuestión con mayor importancia de lo que parece como tendremos ocasión de ver),
Nabucodonosor II de Babilonia entraba en la ciudad de Jerusalén y tras apresar al rey judío
Sedecías, no sólo ejecutaba en su presencia a sus dos hijos, no sólo le quemaba a él los ojos, no sólo esclavizaba a todos los judíos y se anexionaba Judea incorporándola a la provincia babilónica de Samaria, sino que hacía una cosa todavía más dramática, si cabe, para los judíos: incendiaba el
Templo de Jerusalén.
Curiosamente en la misma fecha (pero esta vez del calendario hebreo, ojo al dato que no es baladí), es decir un nuevo
Tishá B’Av de 3830, coincidente con el año gregoriano 70, las tropas romanas del
General Tito, luego emperador, incendiaban nuevamente el
Templo de Jerusalén, el llamado
“Segundo Templo”, el construido por
Zorobabel y reformado cinco siglos más tarde por
Herodes (hecho histórico abundantemente reseñado en el Evangelio) medio siglo después de destruído el primero: un edificio magnífico entre los más importantes en todo el territorio del Imperio. Dato, el de esta nueva destrucción, que conocemos gracias al gran historiador local de la época,
Flavio Josefo, que de esta manera lo narra en su libro
“Las guerras judías”:
“Maravillaránse también al ver y saber el orden y verdad de los tiempos, porque fue quemado [el Segundo Templo]
el mismo día y el mismo mes que los babilonios antiguamente lo quemaron [el Primer Templo]”
No será el único evento que tenga lugar en fecha tal del calendario gregoriano, es decir, 19 de julio, pues en 1290, 1876 años después,
Eduardo I de Inglaterra emitía el
Edicto de Expulsión de los judíos, unos 16.000, evento que es importante conocer para quitarnos ese complejo que nos atenaza –como tantos otros relacionados con nuestra historia, qué se le va a hacer- según el cual somos los únicos en haber expulsado judíos de nuestro territorio.
No en balde, en fecha tal pero del calendario hebreo, celebra el pueblo judío la fiesta del
Tisha B’Av, es decir del día 9 del mes de Av, que conmemora las calamidades sufridas en su historia (
pinche aquí para conocerlo todo sobre la festividad).
Pero si tiene Vd. algún amigo judío, no se congratule Vd. con él tal día como hoy, pues a diferencia de lo que ocurrió en el año 586 a.C., este año no se da la coincidencia entre el 19 de julio gregoriano y el 9 de Av hebreo (
pinche Vd. aquí si desea conocer más detalles sobre el calendario hebreo), y espere más bien al 5 de agosto, que es cuando este año caerá el
Tishá B’Av hebreo. No por ello menos redondito, dos mil seiscientos años también, aunque eso sí, judíos. Y es que no en balde, nos hallamos en el año hebreo de 5774, de la creación del mundo, vale decir, dos mil seiscientos años más tarde de aquel malhadado 3174 en que se produjo la destrucción del Primer Templo.
Y sin más por hoy, que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Como siempre.
©L.A.
Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(haga click en el título si desea leerlos)
Del Tishá Be-Av o Día de la destrucción del Templo de Jerusalén
Nuestros hermanos judíos entran hoy en el año 5772
Ya está terminado el velo del Tercer Templo de Jerusalén
¿Sabe Vd. por qué los samaritanos eran tan odiados por los judíos?
De los últimos hallazgos bíblicos en Israel: hoy la ciudad de Ay
Brevísima historia bíblica del pueblo judío: desde Moisés hasta Babilonia