Soy reacio a comentar noticias y artículos de otros portales digitales, ni siquiera para criticarlas: prefiero hablar bien de las cosas buenas e ignorar las malas, porque las malas hierbas suelen secarse por falta de agua, y yo, al menos, no estoy dispuesto a regarlas ni siquiera con salibazos.

En el ámbito español, de los medios de comunicación católicos digitales somos cuatro gatos: AlfayOmega.es, Religión en Libertad, Religión Confidencial, Religión Digital, Infocatólica, Infovaticana, Análisis Digital, Ecclesia y pare usted de contar. No meto a Aceprensa ni a Vida Nueva porque ambas son por suscripción. Mis preferidos son Alfayomega.es (también en versión papel, of course) y ReL. Por Facebook sigo a Ecclesia. Y aunque todos los demás los leo, casi nunca los comento, salvo casos flagrantes.

Empero, hay bloggers y periodistas de ciertos portales que estan obsesionados con los periodistas y bloggers de otros ciertos portales. Unos y otros esgrimen sus filias y sus fobias, y los guardianes de la ortodoxia suelen zurrarle la badana a los heterodoxos y cuasiheréticos, mientras estos, que gustan de ir de mártires, le dan hasta en el cielo de la boca a los obispos o medios que consideran ultracatólicos, ultratradicionalistas y ultraultra. Si doy nombres, este post tendría más carnaza, pero insisto: ni con salibazos quiero regar ortigas.

Pero hoy voy a hacer una excepción. Porque estoy alucinado con el ejercicio de matonismo periodístico que he visto estos días contra Isidro Catela desde Infovaticana. Que un medio que se dice católico mienta, y rectifique volviendo a incluir mentiras, es lamentable. Y es, como mínimo, singular que un medio que dice defender a la Iglesia actúe como lo haría Público o El País.

Isidro Catela es un extraordinario periodista y una buena persona. Es un buen profesional, honrado y competente, que nos ayuda mucho a los profesionales golfos e incompetentes, como yo. Es alguien ecuánime, que pudiéndo ejercer de Sheriff del Oeste (como harían muchos) frente a los medios que considerase apaches, se limita a ser un guardia de tráfico sin porra, que facilita el tránsito fluido de la comunicación.

Los ataques contra él no son sino el reflejo de una obsesión del autor de esas "noticias" contra todo lo que tenga que ver con la Conferencia Episcopal. Obsesión que nace de una manía personal. El autor de esas "noticias" se llama Gabriel Ariza, y es el hijo de Julio Ariza. O sea, que Infovaticana está íntimamente ligada a Intereconomía, cadena que nunca gozó de las simpatías ni del apoyo de los obispos, y ellos sabrán por qué.
En su día, Intereconomía se enfadó porque L´Osservatore fue para La Razón, y no para La Gaceta, y eso le valió una campaña contra La Razón y contra el cardenal Cañizares. Después, 13TV les ha levantado a la audiencia y a parte de las estrellas de la emisora, lo que ha servido para iniciar una campaña contra Barriocanal y 13TV. Encima, La Gaceta ahora es sólo digital (por desgracia, lo digo en serio), Época ya es sólo un recuerdo, y Alba tuvo que echar el cierre hace unos años, a pesar de ser lo mejor, de largo, que tenía esa casa, por contenidos y por los profesionales que la hacían. Los mejores periodistas de Intereconomía, o se han ido (algunos sin cobrar), o los han echado, o están desaprovechados.

Ahora, por enésima vez, emprenden cruzada contra la COPE y 13TV, so capa de libertad y de catolicidad. Pues ellos sabrán cómo les está yendo esa estrategia, que, por cierto, me recuerda mucho a ciertos grupúsculos sectarios, que defienden que el fin justifica los medios. Seguro que en sus críticas a COPE y 13TV no les faltarán razones en más de una ocasión. Ahora bien, que por su manía persecutoria no tengan reparo en sacudir arbitrariamente, con mentiras y desvelando asuntos privados, a personas como Isidro Catela, revela muy a las claras qué clase de personas están tocando en esa orquesta...

José Antonio Méndez