Queridos todos:
Quería compartir algunas líneas y fotos de la hermosa misión del IVE en Papúa Nueva Guinea.
Como decía el P. Martin en la crónica anterior hay muchas cosas para compartir de esta Misión. Muchas cosas positivas, que cuando uno llega le llaman mucho la atención. Tal vez sea gracias a la buena disposición de la gente, tal vez gracias al gran trabajo que hicieron los misioneros pasionistas… no lo sé… lo que sí se puede ver (con la pobre experiencia que tenemos) es que la gracia de Dios ha fructificado en muchas almas de nuestra parroquia.
Las cinco comunidades de la parroquia tienen una Misa durante los días de semana más la Misa Dominical, y tres de ellas tienen una vez a la semana una hora de adoración al Santísimo, y tres veces a la semana tienen la posibilidad de confesarse.
Quería contar algo sobre las confesiones. Todos los sábados a la tarde vamos a escuchar confesiones a las comunidades de Yako y Waramo. Es interesante que ese día de la semana van a la Iglesia sólo para confesarse. No es que van a Misa y aprovechan para confesarse, como tal vez se acostumbra en otros lugares.
Ésta es la capilla más grande de la parroquia y con más feligreses (foto 1 exterior - foto 2 interior)
¿Cómo hacemos? La gente no sigue un horario fijo ni tampoco usa reloj, entonces el modo de avisarles que hay Misa o confesiones es tocando la campana. Tocamos la campana y poco a poco comienza a llegar la gente.
Nos sentamos dos sacerdotes a esperar la gente, mientras el tercero confiesa en una villa más chica y se nos une cuando termina.
P. Maximiliano confesando
Llegan niños, adolescentes y ancianos. Rezan un poco, hacen su examen de conciencia, se confiesan, después rezan y se van a sus casas y algunos se quedan para saludarte. No es siempre igual, pero solemos estar unas dos horas confesando aunque a veces los padres han estado hasta cuatro horas escuchando confesiones.
En cuanto al modo concreto de confesarse de los papuanos no hablo en esta crónica pero simplemente quería decir que son confesiones muy edificantes por lo sinceros que son, por la conciencia que tienen del pecado y al mismo tiempo por los simples que son para confesarse.
Gracias por sus oraciones.
¡Viva la Misión!!!
P. Maximiliano Navarro, IVE.
Institute of the Incarnate Word