Durante décadas, Irlanda, que otrora era una de las naciones más católicas de Europa (junto a España, Portugal, Polonia e Italia), ha ido experimentando un grave declive de fe. Se pasó así de más de un 94 por ciento (%) en el año 1961 a menos de un 80% en 2016, según el Central Statistics Office del país.
Pese a un boyante crecimiento económico que la convirtió en un polo de atracción de inversores y ahorradores así como de creación de empleo, su sociedad ha ido confiando, de una u otra forma, en mayor medida, en aquellos que contribuyen al avance de la Revolución (izquierdismo, secularismo y socialismo).
Los irlandeses tienen a día de hoy menos confianza en los fundamentos del orden natural. No solo ha crecido el apoyo al Bildu irlandés entre jóvenes. Cabe indicar también que avalaron, por medio de la "democracia directa", ciertos postulados de la ingeniería social del totalitarismo de género y la implantación de la cultura de la muerte.
De hecho, en lo concerniente a la legalización del exterminio de no nacidos, conviene indicar que en 2012 hubo una punta de lanza para intimidar al máximo a los pro-vida: la tergiversación sobre la muerte de la gestante Havita Salappanavar (todas las hordas llegaron a sugerir que era una víctima de las "retrógradas restricciones al aborto").
Ahora bien, la cuestión de este artículo no es sino saber si esta situación se extenderá por otros países de Europa, que son concretamente aquellos en los que aún hay una mayor resistencia opuesta al marxismo cultural, que están en el Grupo del Visegrado y formaron parte, en otros tiempos, del extinto Telón de Acero.
Yo, de momento, daré respuesta a la parte relacionada con Polonia, que a día de hoy sigue siendo uno de los países europeos con mayor profesión de la fe católica (especialmente en los voivodatos de Lublin, Pequeña Polonia y Subcarpacia, situados en la mitad menos occidental del país natal de San Juan Pablo II y menos favorables a lo "progre" que el resto).
Para ello, voy a tirar de una conversación con Katarzyna Gęsiak, jurista y directora del Centro de Derecho Médico y Bioética del Instituto Ordo Iuris, un centro jurídico católico, contrarrevolucionario y tradicionalista de referencia y alto prestigio profesional en el continente. Los interrogantes respondidos se enuncian a continuación.
Pregunta 1 - ¿Por qué la izquierda esta causando histeria pro-abortista desde el otoño de 2021?
El entorno izquierdista opta por la liberalización de la ley que protege la vida humana en Polonia. El 22 de octubre de 2020, el Tribunal Constitucional declaró la ilegalidad del supuesto eugenésico. Sin embargo, nuestra legislación aún tiene la posibilidad de terminar con la gestación cuando la vida o la salud de la madre están en peligro.
Las manifestaciones pro-aborto intentan convencer a la gente de que las mujeres están "condenadas a muerte" debido a la legislación existente. Esto no es verdad. Los doctores pueden rescatar a la madre con independencia del dictamen del tribunal. Esta ley no tuvo cambios después del 22 de octubre de 2020. El problema es, sin duda, si la ley se está aplicando correctamente por parte de los médicos.
En cualquier caso, el fallo del tribunal no tiene nada en común con las situaciones en las que la vida de la madre peligra.
Pregunta 2 - La actual constitución contó con el respaldo de políticos actualmente centristas y centro-izquierdistas. Empero, la oposición al aborto proviene principalmente del entorno de la derecha. ¿Qué se podría decir sobre ello?
Se trata, en mi opinión, de una radicalización izquierdista. En 1997, cuando una Constitución fue adoptada, hubo una discusión sobre el artículo 38, que introduce la protección legal de la vida en Polonia. Algunos políticos quisieron añadir que la protección comienza en el momento de la concepción, pero algunos se opusieron.
El presente artículo 38 («Polonia provee a todo el mundo la protección legal de la vida») es un tipo de compromiso, aunque pienso que en el momento de su creación, nadie negaría abiertamente que un humano no nacido es un humano. Esto cambió y ahora hay algunos políticos que declaran que el bebé no es un ser humano hasta que nace. Esto se opone a los hechos médicos, aunque los medios y los políticos no tienen interés en la verdad. Sus opiniones son pura ideología.
Pregunta 3 - ¿En qué medida es cierto que los jóvenes polacos pueden estar siendo adoctrinados y manipulados por los lobbies pro-muerte y pro-LGTBI?
Es triste decirlo, pero probablemente estemos viviendo en la civilización de la muerte, en la que el valor de la vida humana se reduce a lo utilitario. Este mensaje está presente, principalmente, en los medios. Es más, estos tratan de convencer a los jóvenes de que su confort es lo más importante, lo cual desincentiva el altruismo. Incluso se les incita a pensar que el sexo no es algo objetivo, que puede cambiarse según los sentimientos de uno. Estoy seguro de que la gente joven debe sentirse muy perdida.
En cuanto a los lobbies pro-aborto y pro-LGTBI, supongo que tienen un montón de dinero para influir en la gente a través de los medios de comunicación.
Pregunta 4 - ¿Cuál es el estado de la discusión pública sobre la eutanasia?
La eutanasia es aún un delito en Polonia. El artículo 150.1 estipula que cualquiera que asesine un hombre a petición suya, bajo la influencia de su simpatía, la de ser castigado con una pena de prisión de 3 meses a 5 años. De hecho, no tenemos discusión pública alguna sobre cambios en esta legislación.
Tras haber expuesto estas respuestas, con propósito informativo, uno incide en la necesidad de seguir actuando y colaborando contra el Mal en cualquier parte del orbe. Al mismo tiempo, no perdamos la esperanza, no renunciemos a la sabia y sana confianza en el Espíritu Santo.