Me ha hecho gracia la noticia y por eso la traigo aquí para Vds.. Según revela una investigación, la pornografía afecta seriamente el cerebro de los que la consumen, y los hombres que consumen mucha pornografía tienen menos materia gris en el lóbulo derecho y registran una reducción de su actividad cerebral. Y todo ello amén de que necesitan imágenes cada vez más explícitas y gráficas para conseguir el mismo nivel de estímulo sexual. Aunque aún por demostrar, y siempre según la investigación en cuestión, los efectos podrían incluir cambios en la plasticidad neuronal secundarios a la intensa estimulación del centro del placer.
El estudio –realizado por cierto sólo entre varones, que no entre mujeres, lo que no acierto a entender muy bien por qué- se realizó con sesenta y cuatro hombres sanos de entre 21 y 45 años, demostrando que mientras más pornografía consumían, más disminuía el cuerpo estriado del cerebro, pequeña estructura nerviosa justo debajo de la corteza cerebral, y más se deterioraban las conexiones entre el cuerpo estriado y la corteza prefrontal, o capa externa del cerebro a cargo del comportamiento y la toma de decisiones.
Lo primero que uno se pregunta cuando lee una noticia así es la fuente, porque si la misma es el clásico medio vaticano o filovaticano, pues ya sabemos todos de lo que va ¿no? El clásico “carca” cuya única preocupación es que nos ganemos el duro cielo a costa de pasarlo de pena aquí en la tierra ¿a que sí?.
Pero acontece que no se trata de ningún medio ni vaticano ni filovaticano, no, sino que el que realiza el estudio es el mismísimo Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano de Berlín, uno de los principales centros de investigación alemanes, “laico” como ninguno, “seglar” como el que más, “civil” a más no poder, especializado en psicología del desarrollo, ciencias de la educación y sistemas educacionales, historia de los sentimientos, y el comportamiento adaptativo y lo cognitivo. Y el que lo publica, nada menos que la revista “JAMA Psychiatry”, la antigua y científicamente prestigiosísima “Archives of General Psychiatry”, editada por la American Medical Association (AMA) que, fundada en 1847, constituye hoy día la principal asociación de físicos y médicos ni más ni menos que de los Estados Unidos.
En fin, que como ya decían algunos, esto de la pornografía muy bueno, lo que se dice muy bueno, no es. Y al final -añado yo- esto de que el ser humano, a diferencia de los animales, se haya inclinado por cubrir pudorosamente sus partes aunque no siempre lo haga por razones estrictamente meteorológicas y a veces no parezca hacerlo sino para atemperar naturales apetitos, no va a ser sino uno más de los mecanismos que junto a las circunvoluciones cerebrales, la posición erguida que libera dos de los miembros para mejores menesteres que caminar, la habilidad para valerse de instrumentos, la oposición del pulgar, ha venido a potenciar su inteligencia elevándole a la cúspide de las criaturas del planeta. Y ello, aún a pesar de su reducido tamaño, de su escasa fuerza física, de la lentitud de su carrera, de la fragilidad y total indefensión de sus cachorros y de tantos y tantos otros factores como convierten en un hecho inesperado que sea, precisamente el ser humano, el que se encarame a la cumbre de la creación.
Que hagan mucho bien y que no reciban menos.
©L.A.
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