Es una faceta que siempre se ha destacado en San José. Era un trabajador. Se ganaba el pan para él y su familia. Allí aprendió Jesús a ganarse el pan con su propio esfuerzo. No se le ve en la vida pública vagueando. Siempre activo. Hoy tener trabajo se convierte en un elemento clave de la dignidad de las personas. “El trabajo se convierte en participación en la obra misma de la salvación, en oportunidad para celebrar el advenimiento del Reino, para desarrollar las propias potencialidades y cualidades, poniéndolas al servicio de la sociedad y de la comunión. El trabajo se convierte en ocasión de realización no solo para uno mismo, sino sobre todo para ese núcleo original de la sociedad que es la familia. Una familia que carece de trabajo está más expuesta a dificultades, tensiones, fracturas e incluso a la desesperada y desesperante tentación de la disolución. ¿Cómo podríamos hablar de dignidad humana sin comprometernos para que todos y cada uno de tengan la posibilidad de un sustento digno?
El trabajo es noble. Antes del pecado también; <>. El trabajo era una encomienda divina. Después del pecado con esfuerzo. <<Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta que
También el trabajo tiene que ser redimido para que coopere a desarrollar la naturaleza y poner sus dones al servicio del hombre: “La persona que trabaja, cualquiera que sea su tarea, colabora con Dios mismo, se convierte un poco en creador del mundo que nos rodea. La crisis de nuestro tiempo, que es una crisis económica, social, cultural y espiritual, puede representar para todos, una llamada a descubrir el significado, la importancia y la necesidad del trabajo para dar lugar a una nueva <> en la que nadie quede excluido. La pedida de trabajo que afecta a tantos hermanos y hermanas, y que ha aumentado en los últimos tiempos debido a la pandemia por covid-19, debe ser una llamada a revisar nuestras prioridades. Imploremos a san José para que encontremos caminos que nos lleven a decir: ¿Ningún joven, ninguna persona, ninguna familia sin trabajo!
Este deseo que tiene el Papa es de todo hombre bien nacido. Junto a é hay que añadir que el trabajo es un valor a desarrollar. Y que no todo el mundo trabaja lo mismo. No todo trabajador lo realiza con la misma perfección. Por lo tanto, no trabajador debería recibir la misma retribución como sucede ahora en la misma categoría.