No es ningún secreto que el Rosario es una de las armas más eficaces, por no decir la más, contra los ataques a la fe y a la Iglesia. Los testimonios que nos hablan de su eficacia son innumerables y con el tiempo ésta no solo no ha disminuido, sino que incluso ha crecido.
Ahora me entero de que en el Museo de historia de Yokohama se expone un lienzo cristiano japonés, de finales del siglo XVI, pintado en tinta china sobre papel japonés "washi", poco tiempo antes de que el cristianismo fuera prohibido totalmente en el Imperio del Sol naciente.
El lienzo presenta oraciones escritas en latín junto con su traducción al japonés. Además, se pueden ver escenas de la vida de Jesús y de la Virgen María, en concreto quince escenas en las que los personajes aparecen vestidos al modo japonés.
El número quince ya nos pone sobre aviso: se trata de los quince misterios del Rosario, muy querido y practicado por los cristianos japoneses, que durante los largos siglos de persecución nunca lo abandonaron.