El teólogo dominico…, Royo Marín, nos dice que: “Los sentidos corporales no pueden producir ideas espirituales, porque lo espiritual trasciende infinitamente al mundo de la materia y es absolutamente irreducible a ella. Luego es indiscutible que tenemos un principio espiritual capaz de producir ideas espirituales y ese principio espiritual es, precisamente, lo que llamamos alma” 

     La tragedia del ser humano, es la de pretender el imposible, de querer ver las realidades del espíritu, con los ojos materiales de su cuerpo. Y esto es lo que nos pasa a todos nosotros, que vemos nuestros cuerpos, pero no vemos nuestras almas. Siendo nuestra alma la parte fundamental de nuestra persona, porque nuestro cuerpo es solo es el soporte del alma, el estuche que la contiene. El cuerpo es el continente y el alma es el contenido. Siempre es bien sabido, que lo que tiene valor es el contenido no el continente. Cuando vamos a un museo miramos las pinturas enmarcadas, pero apenas reparamos en el marco que las encuadra porque, el valor está en el cuadro no en el marco que lo encuadra.

      Lo que ocurre, es que nuestra alma inmortal que habita en un cuerpo mortal, no la vemos con los ojos materiales de nuestra cara y ni tampoco tenemos intuición de ella. Y no la vemos, porque es espíritu puro y todo la que pertenece al orden del espíritu, es invisible a los ojos materiales de nuestra cara, por ello se puede afirmar tal como nos dice Royo Marín que: “Es evidentísimo que el alma es espiritual, porque de ella proceden operaciones espirituales, y la filosofía más elemental, enseña que “la operación sigue siempre al ser” y es de su misma naturaleza: luego si el alma produce operaciones espirituales, es porque ella misma es espiritual”.

      Nosotros no conocemos directamente nuestra alma, sabemos que la tenemos en razón de sus actos, pero no porque los ojos materiales de nuestra cara hayan visto nuestra alma. Solo lo perteneciente al orden material es lo que pueden captar los ojos de nuestra cara, porque ellos, al ser  materia captan la materia. Pero en el caso de realidades espirituales, ellas solo pueden ser captadas por otra realidad espiritual, como son los ojos de nuestra alma. 

      Pero si nos preocupamos de realizar un análisis minucioso, sobre este tema de la existencia del alma, poco a poco se nos ira aclarando cada vez más el conocimiento de la existencia de ella que teníamos al principio y la oscuridad inicial se nos convertirá en evidencia y nuestra alma se nos aparecerá cada día con mayor brillo y esplendor.  Y si somos capaces de avanzar en este camino, día a día nuestra alma nos ira proporcionando cada vez, con más fuerza el goce del amor de Dios, el gozo de sentirse amado por el Señor, porque la luz divina irá penetrando más y más en los ojos de nuestra alma.

     La realidad de que existimo, de que el ser humano existe, es bien conocida de todos, nadie tiene duda alguna. El ser humano, sabemos que tiene un cuerpo material  y visible con los propios ojos materiales del mismo cuerpo, tampoco nadie tiene duda alguna de esto. Que tenemos cuerpo, es entonces una realidad, que nadie lo niega, ni lo pone en duda porque, en todo caso ¡A la vista está! Basta con mirar a los demás o mirarnos a nosotros mismos en un espejo. La otra realidad, es la que nos asegura y nos dice que tenemos alma, aunque son pocas las personas que lo niegan, sin embargo existen. Cuando se trata del cuerpo, hasta aquí nadie objeta nada, pero cuando decimos que también hay un alma invisible que los cinco sentidos de la materia de nuestro cuerpo no captan, es cuando si empiezan las objeciones.

     Unos tenemos la certeza de que la persona está formada por cuerpo y alma, otros dudan de la existencia del alma y otros niegan absolutamente su existencia. Y existen, estas personas, porque existe el ateísmo y como quiera que el ateísmo, tal como enuncia el propio vocablo, él es la negación de Dios, resulta que y si se niega la existencia de Dios, no se puede aceptar por pura congruencia, algo que ha sido creado por Dios, como es el caso del alma del ser humano. 

     He escrito antes, que son pocos los que niegan la existencia  del alma humana y lo son, porque me refiero al ateísmo en personas que honradamente y por su propia convicción, no creen en la existencia de Dios. Otra cosa, son esa pléyades de personas, que bien por conveniencias humanas o por otros razones espurias, se declaran agnósticos, o simplemente se encogen de hombros como si el problema, no les importase, ni fuese con ellos. Si alguien hubiese negado la existencia del alma humana, en siglos pasados, sobre todo en territorios protestantes y más en los territorios dominados por el puritanismo, habría terminado en la hoguera, por haber puesto en duda la existencia del alma humana. ¡Sí, en la hoguera!, no nos extrañemos, pues los protestantes del siglo XVI y XVII, eran mucho más radicales que la vilipendiada Santa Inquisición católica, sobre todo la española. Y es que, generalmente como dice el refrán: Unos cardan la lana y otros se llevan la fama. Fama esta que nos la crearon los propios protestantes con la conocida Leyenda negra.

      Son muchos, loa que tiene extendida en su mente la idea de que el alma…, si es que existe, tal como se expresan los no creyentes, es un apéndice del cuerpo y es algo visible. Según otros el alma si existe y se encuentra en el cerebro, son las neuronas del cerebro y al resultado de la actividad de estas, que es lo que los creyentes llaman alma, pero no es tal. Una cosa es caer en el error, de confundir las funciones cerebrales con el alma, que es la que dispone estas funciones y llamar alma al cerebro. Otro error consiste en aceptar el alma como tal organizadora de las funciones cerebrales y decir que ella se encuentra en el cerebro.

       El cerebro es materia pura, él es un órgano material del cuerpo que fenecerá cuando el cuerpo fenezca y el alma es espíritu puro, que al igual que los seres espirituales, Dios y los ángeles, no necesitan de la materia, para asentarse o ubicarse en el espacio y son eternos, como lo es nuestra alma. Y lo triste, es que estas necias ideas fueron promovidas y anunciadas en la primera estación de Tv de España, por un seudocientífico, que pomposamente lanza necedades como esta y arrastran al error, a ingenua gente de buena fe.

      Desgraciadamente son muchas las personas que le dan carta de naturaleza infalible, a cualquier necedad que se diga en Tv o que se escriba en los periódicos. Es lo que los  periodistas llaman, la fuerza de  las negras letras, sobre el blanco del papel, la fuerza de convicción que tiene el negro sobre el blanco, para las personas, que con escasa formación aceptan de buena fe, lo que muchas veces se dice y se escribe por otros, con carencia de buena fe, por variadas razones. No es difícil encontrar personas, que para poner énfasis en lo que dicen, exclaman: Lo leí en el periódico o lo dijeron en la Tv, como si los periódicos o la Tv  formasen parte de la Biblia.

      El problema de los no creyentes en la existencia del alma, radica en que en estas personas, la prepotencia de su vida corporal es de tal fuerza, que  ha acallado su vida interior o espiritual, y digo acallado porque al alma nadie la puede anular, ni reducirla al absoluto silencio. En toda alma disoluta, por muy intenso y largo que haya sido el tiempo en que se ha vivido de espaldas a la realidad divina, nunca se logra acallar del todo el  alma que clama por medio de la conciencia y menos aún en los momentos en que se acerca el final de la persona.

      En el orden material, existen muchas cosas de las que no tenemos evidencia de que existan porque nunca las hemos visto, pero no dudamos de que existan. Yo nunca he estado en Nueva Zelanda, pero todas las mañana me tomo un Kiwi, fruto oriundo de allí y no dudo de que Nueva Zelanda existe. Ya lo dijo el Señor: “… por sus frutos los conoceréis”. (Mt 7,20). Igualmente el alma existe y su existencia, la conocemos por sus efectos, es decir por sus frutos. Esta es la forma, que en la que los evangelios, más de una vez nos recomienda el Señor, para conocer a alguien o algo que no vemos.

      Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.

  1. Libro. BUSCAR A DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461164516
  2. Libro. LA HUELLA DE DIOS. Isbn.- www.readontime.com/isbn=9788461164523
  3. Libro. SANTIDAD EN EL PONTIFICADO.- www.readontime.com/isbn=9788461266357
  4. Libro. ASEVERACIONES DEL SEÑOR.- http://www.readontime.com/ROT/dagosola/aseveraciones-del-senor_9788461557097.html
  5. Libro. VIDA DE NUESTRA ALMA.- http://www.readontime.com/ISBN=9788461266364
  6.  

      La fecha que figura a continuación de cada glosa, es la de su publicación en la revista ReL, en la cual se puede leer la glosa de que se trate.

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