China es un estado oficialmente ateo y Mao murió convencido de que había erradicado la religión en aquel país. Y ahora nos enteramos de que, según informa el Telegraph, el número de cristianos en China está creciendo tan rápidamente que se calcula que en el año 2030 más cristianos asistirán regularmente a una iglesia en China que en Estados Unidos.
Este crecimiento es experimentado en gran parte por grupos pentecostales protestantes. La Iglesia católica, por su parte, es ilegal, mientras que una parte de su jerarquía y fieles participa, con mayor o menor grado de sinceridad, en la llamada iglesia patriótica, una "iglesia católica" controlada por el Estado pero en la que también hay sacerdotes secretamente en comunión con Roma.
Lo cierto es que el número de protestantes en China ha pasado de un millón en 1949 a casi 50 millones en 2010. Y siguen creciendo a un ritmo que hace prever a los sociólogos que alcanzarán los 160 millones en 2025 y casi 250 millones en 2030, constituyendo así el país con más cristianos del mundo, por delante de Estados Unidos, México o Brasil. Claro que dada la enorme población del país no es de extrañar: este crecimiento supone pasar de constituir el 5% de la población actual, al 9 % en 16 años.
Estos datos son coherentes con un fenómeno difícil de creer para los que vivimos en el secularizado Occidente y que el sociólogo Rodney Stark ha analizado con rigor: durante los primeros 350 años de cristianismo, éste creció a un ritmo del 40% por década, mientras que en los últimos 60 años ha crecido un 4.800%, a un ritmo del 89% por década.