Ayer se proyectó la película “Bajo un manto de estrellas” en el Salón de Actos del Centro de Congresos de Barbastro. El jueves, Óscar Parra de Carrizosa, director de la película la presentaba en un coloquio durante las II Jornadas Martiriales (bajo estas líneas con el Padre José Beruete, CMF). Antes de llegar a Barbastro hicimos una parada en el Pueyo. Acogidos por los religiosos contemplativos del Instituto del Verbo Encarnado, que desde 2009 custodian a Nuestra Señora del Pueyo y los restos de los mártires benedictinos. Pudimos comentar con ellos la película que habían visto y gozarnos con su testimonio desde ese faro de fe que es el Pueyo.
Aprovecho para haceros llegar dos videos de la entronización de las reliquias de los mártires benedictinos y la consagración del altar donde fueron depositados para su veneración. Presidió la Santa Misa el cardenal Antonio Cañizares Llovera. Cuando podáis acudid al Santuario de Nuestra Señora del Pueyo para venerar las reliquias de los 18 mártires benedictinos, beatificados en Tarragona en 2013.
El Santuario
En el nordeste de España, en la aragonesa provincia de Huesca, a pocos kilómetros de los imponentes Pirineos, se encuentra la ciudad de Barbastro, y en sus cercanías se halla el santuario de Nuestra Señora del Pueyo. Según una antigua tradición, el santuario fue erigido en honor de la Virgen María, que en el año 1101, siglo XII, poco después de la reconquista de estas tierras españolas de manos de los moros, se apareció a un humilde pastor, San Balandrán, pidiéndole que mandara avisar a las autoridades del pueblo que ella quería se le construyese un santuario en su honor en la cumbre del monte.
En 1890 los monjes benedictinos llegan al santuario, restauran el templo, construyen un imponente monasterio y propagan la devoción a María bajo la advocación de Nuestra Señora del Pueyo. Al mismo tiempo fundan un monasterio donde se formarían los monjes que habrían de ir a la misión que tenían en Australia y que había sido comenzada por la gesta evangelizadora del benedictino gallego Dom Rosendo Salvado.
En los meses de julio y agosto de 1936, en la sangrienta persecución religiosa desatada en España por los enemigos de la Iglesia durante la Guerra Civil Española, los 18 monjes benedictinos del santuario del Pueyo fueron encarcelados y cruelmente martirizados.
Al término de la guerra civil, el santuario fue nuevamente atendido primero por otros benedictinos y luego por los padres claretianos, hasta que en 2009 el obispo de Barbastro decidió dar el cuidado del santuario al Instituto del Verbo Encarnado (IVE), una congregación religiosa argentina.
A comienzos de este año 2013, el consejo general del IVE resolvió constituir al monasterio del Pueyo en una casa de formación para los religiosos de vida contemplativa, lo que significa que todos aquellos miembros del Instituto que quieran ingresar a la vida monástica iniciarán su experiencia como monjes en esta casa.
El monasterio del IVE en el Pueyo se inició con tres sacerdotes argentinos: el padre José Giunta, mendocino, superior del monasterio; el padre Emmanuel Ansaldi, rosarino, segundo hijo de una familia de 5 hermanos varones, todos religiosos; y el padre Juan Manuel del Corazón de Jesús Rossi, de Bella Vista, provincia de Buenos Aires, el mayor de 11 hermanos de los cuales 9 son religiosos. Es compañero de ordenación y ahora también de monasterio del padre Ansaldi. Finalmente el padre Tristán Gelonch, argentino, de Córdoba, ordenado sacerdote el pasado diciembre. En su familia son 8 hermanos, es el menor, y tiene otro hermano sacerdote.
Está previsto que durante el 2014 aumente la comunidad que ahora la forman once religiosos.
Entronización de los Mártires de Pueyo
Los 18 monjes mártires del monasterio de Pueyo fueron beatificados el 13 de octubre en Tarragona, junto con otros 504 mártires de la persecución religiosa en la España del siglo XX.
El domingo 27 de octubre, con la presencia del obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Alfonso Millán Sorribas, la comunidad del IVE procedió a la entronización de los mártires.
La celebración comenzó el sábado 26 por la tarde, a partir de las 18, con una procesión desde la explanada “Puerta del Sol” de Barbastro para llegar al monasterio de El Pueyo, donde se rezaron las vísperas.
Al día siguiente, domingo 27, el obispo de Barbastro presidió una celebración eucarística a las 12 en el monasterio Nuestra Señora del Pueyo, durante la cual fue consagrado el nuevo altar principal del Santuario, construido expresamente por los monjes del IVE, donde fueron solemnemente entronizados los restos de los 18 mártires.
Se colocaron también otros tantos cuadros con la fotografía de cada uno de los 18 monjes benedictinos beatificados el 13 de octubre. Posteriormente los cuadros serán sustituidos por 18 tallas de madera, de 1,30 metros de altura, realizadas en Ecuador y que por problemas en el transporte no llegaron a tiempo para la ceremonia.
Ahora esta casa es doblemente Santuario: “mariano” desde el siglo XII y “martirial” desde el domingo 13 de octubre de 2013.
Dieciocho estrellas nos permiten ver los restos óseos, ¡las reliquias! de los mártires del Pueyo.
Aprovecho para haceros llegar dos videos de la entronización de las reliquias de los mártires benedictinos y la consagración del altar donde fueron depositados para su veneración. Presidió la Santa Misa el cardenal Antonio Cañizares Llovera. Cuando podáis acudid al Santuario de Nuestra Señora del Pueyo para venerar las reliquias de los 18 mártires benedictinos, beatificados en Tarragona en 2013.
El Santuario
En el nordeste de España, en la aragonesa provincia de Huesca, a pocos kilómetros de los imponentes Pirineos, se encuentra la ciudad de Barbastro, y en sus cercanías se halla el santuario de Nuestra Señora del Pueyo. Según una antigua tradición, el santuario fue erigido en honor de la Virgen María, que en el año 1101, siglo XII, poco después de la reconquista de estas tierras españolas de manos de los moros, se apareció a un humilde pastor, San Balandrán, pidiéndole que mandara avisar a las autoridades del pueblo que ella quería se le construyese un santuario en su honor en la cumbre del monte.
En 1890 los monjes benedictinos llegan al santuario, restauran el templo, construyen un imponente monasterio y propagan la devoción a María bajo la advocación de Nuestra Señora del Pueyo. Al mismo tiempo fundan un monasterio donde se formarían los monjes que habrían de ir a la misión que tenían en Australia y que había sido comenzada por la gesta evangelizadora del benedictino gallego Dom Rosendo Salvado.
En los meses de julio y agosto de 1936, en la sangrienta persecución religiosa desatada en España por los enemigos de la Iglesia durante la Guerra Civil Española, los 18 monjes benedictinos del santuario del Pueyo fueron encarcelados y cruelmente martirizados.
Al término de la guerra civil, el santuario fue nuevamente atendido primero por otros benedictinos y luego por los padres claretianos, hasta que en 2009 el obispo de Barbastro decidió dar el cuidado del santuario al Instituto del Verbo Encarnado (IVE), una congregación religiosa argentina.
A comienzos de este año 2013, el consejo general del IVE resolvió constituir al monasterio del Pueyo en una casa de formación para los religiosos de vida contemplativa, lo que significa que todos aquellos miembros del Instituto que quieran ingresar a la vida monástica iniciarán su experiencia como monjes en esta casa.
El monasterio del IVE en el Pueyo se inició con tres sacerdotes argentinos: el padre José Giunta, mendocino, superior del monasterio; el padre Emmanuel Ansaldi, rosarino, segundo hijo de una familia de 5 hermanos varones, todos religiosos; y el padre Juan Manuel del Corazón de Jesús Rossi, de Bella Vista, provincia de Buenos Aires, el mayor de 11 hermanos de los cuales 9 son religiosos. Es compañero de ordenación y ahora también de monasterio del padre Ansaldi. Finalmente el padre Tristán Gelonch, argentino, de Córdoba, ordenado sacerdote el pasado diciembre. En su familia son 8 hermanos, es el menor, y tiene otro hermano sacerdote.
Está previsto que durante el 2014 aumente la comunidad que ahora la forman once religiosos.
Entronización de los Mártires de Pueyo
Los 18 monjes mártires del monasterio de Pueyo fueron beatificados el 13 de octubre en Tarragona, junto con otros 504 mártires de la persecución religiosa en la España del siglo XX.
El domingo 27 de octubre, con la presencia del obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Alfonso Millán Sorribas, la comunidad del IVE procedió a la entronización de los mártires.
La celebración comenzó el sábado 26 por la tarde, a partir de las 18, con una procesión desde la explanada “Puerta del Sol” de Barbastro para llegar al monasterio de El Pueyo, donde se rezaron las vísperas.
Al día siguiente, domingo 27, el obispo de Barbastro presidió una celebración eucarística a las 12 en el monasterio Nuestra Señora del Pueyo, durante la cual fue consagrado el nuevo altar principal del Santuario, construido expresamente por los monjes del IVE, donde fueron solemnemente entronizados los restos de los 18 mártires.
Se colocaron también otros tantos cuadros con la fotografía de cada uno de los 18 monjes benedictinos beatificados el 13 de octubre. Posteriormente los cuadros serán sustituidos por 18 tallas de madera, de 1,30 metros de altura, realizadas en Ecuador y que por problemas en el transporte no llegaron a tiempo para la ceremonia.
Ahora esta casa es doblemente Santuario: “mariano” desde el siglo XII y “martirial” desde el domingo 13 de octubre de 2013.
Dieciocho estrellas nos permiten ver los restos óseos, ¡las reliquias! de los mártires del Pueyo.