No creo que el hecho de ser un artista exitoso sea garantía de nada fuera del ámbito en el que ha triunfado. Estamos cansados de ver a actores y cantantes diciendo tonterías sin fin sobre política, economía o religión. Pero lo que dice Bono en esta entrevista es digno de ser escuchado.
Lo podría haber dicho cualquier otro cristiano, pero es difícil acceder al grado de notoriedad al que ha llegado el líder de U2. Su testimonio me parece muy valioso y nada banal. Habla con convencimiento y serenidad, afirmando su fe en Jesús, que es el Hijo de Dios, con una rotundidad y convencimiento que arrastran.
Y no dice banalidades. Va al núcleo de la cuestión: ¿quién es Jesucristo? Eso de que era un gran hombre, un elevado filósofo, le parecen paparruchas. O era Dios o era un loco, un iluminado al estilo Charles Manson.
Es bonito también escuchar la naturalidad con la que habla de cómo reza, junto a su familia. De que cree en la resurrección de Cristo de entre los muertos. De que cree en los milagros (él mismo es uno, dice sin inmutarse). De que le reza a Jesús y cree en sus promesas.Todo muy sencillo, pero muy potente a la vez.