El siervo de Dios Manuel Irurita Almándoz nació en Larráinzar (Navarra) el 19 de agosto de 1876. Doctor en Sagrada Teología en el 1906 y en Filosofía en el 1907. Beneficiado de la Catedral de Valencia en el 1899. Profesor de Canto Gregoriano, de Lengua Hebrea y de Teología fundamental en el Seminario de Valencia. Promotor del expediente de beatificación de la Madre Micaela del Santísimo Sacramento. Visitador de religiosas y Promotor de las Misiones diocesanas hasta que de Valencia pasó a Lérida, siendo nombrado obispo de esta diócesis, el 20 de diciembre de 1927. Excelente músico, fue nombrado presidente de la Asociación Ceciliana Española en el Congreso Nacional de Música Sagrada de Vitoria del año 1928. En 1930 fue nombrado obispo de Barcelona, donde se distinguió por su bondad y santidad. El Dr. Irurita fue asesinado en el cementerio de Montcada y Reixach el 3 de diciembre de 1936, a los 60 años.
Con un poema de Jacinto Verdaguer titulado Lo llit d’espines (1915) y con música del beato Ángel Rodamilans (1874-1936), monje mártir de Montserrat beatificado en Tarragona en 2013, presentamos todas estas fotografías del episcopado barcelonés del Dr. Irurita.
En una entrevista reciente que me hacía Javier Navascués me preguntaba sobre el libro que acabo de publicar:
¿Por qué un libro titulado Vida gráfica del santo obispo mártir de Barcelona? ¿Por qué son importantes los documentos gráficos?
Son varias las biografías escritas del Dr. Irurita. Además de Documentos Pastorales, que sale a la luz en 1941, con un año de diferencia, en 1972, aparece El Obispo Mártir del valenciano Peregrín-Luis Llorens; y, en 1973, Un Obispo de antes del Concilio, del Dr. José Ricart. Finalmente, el famoso jesuita Adro Xavier, publica en 1990 Doctor Irurita: del consenso al crimen (1876-1936). Por eso, no era necesario, a mi modo de ver, una biografía al uso.
Pero al descubrir que la revista católica La Hormiga de Oro tenía más de 200 fotografías publicadas del pontificado del siervo de Dios en Barcelona, me pareció una manera de volver a mostrar la vida del santo obispo Irurita con apropiados comentarios y valiosos juicios sobre los acontecimientos religiosos y políticos en la turbulenta Barcelona de los años 1930 a 1936.
El historiador Enrique Moradiellos acaba de declarar que es absurdo el concepto memoria histórica: “La Historia es una disciplina sobre la base de pruebas de testigos, pruebas documentales y pruebas circunstanciales. Las tres pruebas son un repositorio sobre el que el historiador trabaja, pero las pruebas de los testigos no son sagradas, sino sometidas a cotejo. ¿Por qué? Porque la memoria de un testigo es personal y singular, pero además es voluble y cambia con el tiempo; es también olvidadiza, unas veces involuntariamente y otras interesadamente y, por tanto, todo lo que diga un testimonio tiene que ser cotejado con otros testimonios o con pruebas documentales”.
En este caso son documentos gráficos para poder seguir los pasos del que yo considero el mejor obispo que ha tenido la diócesis de Barcelona en el siglo XX.
En unos días colgaré en PDF el libro para disfrute de todos. No unimos a la Santa Misa que a las doce, dentro de dos horas, se celebra en la Catedral de Barcelona para conmemorar el 82º aniversario de la muerte martirial del siervo de Dios Manuel Irurita Almándoz, y 75º aniversario del traslado de sus restos mortales a la Capilla del Cristo de Lepanto e inauguración de su estatua en el muro del Arzobispado (antigua calle Obispo Irurita).