Cunde la decepción en las filas del laicismo tras el resultado de la sesión plenaria: Blázquez cree en Dios. El laicismo no ha acogido con entusiasmo la sustitución de Rouco al frente de la Conferencia Episcopal porque el perfil del nuevo presidente no encaja con lo que quiere el mundo, esto es, un pastor que le diga a sus ovejas que no hay peligro fuera del redil a sabiendas de que un hombre que no reza es un hombre que mira al cielo, no para pedir que llueva, sino para protestar por la sequía.Aunque no lo pregona, el laicismo español ha decretado oficiosamente tres días de luto porque el rey muerto no ha muerto y el rey puesto se le parece mucho. De paso, critica a Francisco por no haber influido en la votación púrpura. En concreto, el laicismo reprocha al Papa que no haya hecho nada para jubilar a los arzobispos de Madrid y Barcelona, cuyo pase a la reserva habría cambiado la cosas. De la supuesta anuencia papal colige el laicismo que los católicos tenemos conformarnos de nuevo con que nos pastoree otro arzobispo creyente.