Año del Señor 2021
8 de julio
Hola, buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
¡TU ROSTRO BUSCARÉ, SEÑOR!
Estamos en los Ejercicios Espirituales anuales y nos los imparte un padre dominico. Curiosamente, no nos está hablando de un santo de la Orden, sino de un Doctor de la Iglesia, San Juan de Ávila, el patrono del clero en España.
Toda una figura que merece la pena, en estos ocho días, la profundización en su vida y magisterio y en su parecido, en muchos puntos, con los tiempos que le tocó vivir y los actuales...
Las charlas son “on line” y el resto del tiempo en soledad y silencio, para que cada una se deje trabajar por el Espíritu Santo, que no quiere otra cosa sino unirnos más y más con Cristo...
Y se me venía en estos días, con insistencia, la imagen de “una alcachofa”...
Diréis: “¿Y qué tiene que ver esta con vuestro retiro?”... Pues el Señor, en la oración, parece que me hacía ver que los santos en la Iglesia y el Misterio de Cristo, se pueden explicar muy bien con la imagen de una alcachofa...
Esta verdura tiene muchas hojas que arropan apretadamente un núcleo, el centro, lo que llamaríamos “el corazón”... Estos días, las cogimos de la huerta y la procuradora nos las coció y enteras, con aceite de oliva, nos las puso como acompañante, en la comida...
A mí me gusta mucho su sabor porque es especial y ninguno se le asemeja... Yo la iba deshojando y comiendo un poco de cada hoja, porque el resto está duro y se tira... Pero según me iba acercando al cogollo, las hojas saben mejor, y llegar al centro es degustar el manjar exquisito del corazón.
“Así es también Cristo”: le rodean muchos santos que saben “un poco” a Cristo, pero no le agotan… Y, cuanto más se acercan a su Vida y a su Palabra, “más saben a Cristo” pero, como digo, no lo agotan, son “un poco” tan solo de Él…
Leer a los santos, estudiarlos, imitarlos, está muy bien, pero el alma se queda siempre con hambre de más, como lo dijo muy bellamente nuestro San Juan de la Cruz en una estrofa del Cántico Espiritual:
“Y todos cuantos vagan,
de Ti me van mil gracias refiriendo.
Y todos más me llagan y déjanme muriendo,
un no sé qué, que quedan balbuciendo”.
(Cant. Esp. nº 7).
Eso es, todos estos “buenos de Jesús”, de alguna manera, “lo balbucean”; y nos dejan “un no sé qué”, que mucho “nos llagan”, para buscar en Él solo, todo lo que anhela nuestra alma... Ya lo dijo San Pablo a los fieles de Colosas:
“Porque en Cristo se encuentran escondidos todos los tesoros de la Sabiduría y de la Ciencia de Dios” (Col 2,3).
¡Es en Él donde culminan, estos días de retiro!… ¡En un deseo cada vez mayor de unirnos a su Palabra, donde está su mismo Corazón!...
Hoy el reto del amor es, en el descanso de las vacaciones, tomarte ratos para buscar a Cristo, escondido en tu interior.
VIVE DE CRISTO
¡Feliz día!
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