Ahora que ha fallecido Luis Aragonés es bueno recordar que su especialidad, el golpe franco, no era un homenaje subliminal al alzamiento del generalísimo. Lo digo porque el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, considera que la selección española es una prolongación del 18 de julio, no tanto por el juego que desarrolla como por la afición que le acompaña. Es decir, no tanto por el control de Xabi Alonso en la medular como por el repiqueteo de Manolo el del bombo en el primer anfiteatro.

Bilbao advierte de que si la selección española juega en tierras de Baroja habrá tangana en los prolegómenos porque la juventud autóctona no tolerará la llegada masiva de aguiluchos y toros negros. Aunque no lo especifique, alude, claro, a la juventud emparentada con el hacha y la serpiente. Para que no haya líos aclara que lo mejor es que Euskadi juegue como selección propia en la próxima Eurocopa. No sé qué dirá Villar, que es un vasco en mitad de una escalera, un gallego con boina, pero si la federación le da el plácet la siguiente misión del independentismo será convertir a Zarra en el autor del primer gol abertzale.